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El abandono de Chichén Itzá tuvo consecuencias significativas en la cultura Maya, afectando aspectos fundamentales de la vida de esta civilización. A través del estudio de estas repercusiones, es posible comprender mejor los motivos y las implicaciones de la decisión de abandonar esta icónica ciudad.
Es un cenote a cielo abierto de 60 m de diámetro, con paredes verticales de aproximadamente 15 m del nivel de altura del acceso a la superficie del agua y de 13 m de profundidad, que es aproximadamente el primer piso freático en esa zona de la península de Yucatán.
Fundada en el siglo VI, llegó a ser un importante sitio maya durante el periodo Postclásico y formó parte de la Liga de Mayapán, la legendaria alianza de estados mayas de Uxmal, Mayapán y Chichén Itzá, hasta que una guerra civil provocaba su práctico abandono hacia el siglo X.
- Mark Cartwright
- Panorama histórico. El nombre de Chichén Itzá probablemente deriva de un gran sumidero conocido como el Cenote Sagrado o “boca del pozo del Itzá” en el cual los mayas lanzaban ofrendas de jade, oro y, como lo atestigua la presencia de huesos, sacrificios humanos.
- Aspectos arquitectónicos destacados. La sección más antigua de Chichén Itzá exhibe muchos atributos mayas clásicos. El templo de los tres dinteles, por ejemplo, tiene máscaras Chac en cada esquina.
- El Caracol. El Caracol es uno de los monumentos más impresionantes en el sitio. Fue construido antes del año 800 y fue usado como observatorio astronómico, especialmente de Venus, y quizás también fue un templo para Kukulcán en su condición como dios de los vientos.
- Pirámide de Kukulcán. La enorme pirámide de Kukulcán, también conocida como el Castillo, fue construida antes del año 1050 y domina a Chichén Itzá. Tiene 24 metros de altura, 58-9 metros de ancho en cada lado y nueve niveles.
Durante muchos años, Chichén Itzá ha sido uno de los objetivos principales de la especulación educada (y de la menos educada, también), de incontables disertaciones arqueológicas y de la afluencia masiva a la zona maya del público interesado en esa gran civilización mesoamericana.
Tras el abandono de la ciudad, el Castillo conservó su aureola de prestigio, su papel simbólico, y en la época de la conquista aún recibía visitas de peregrinos que acudían a realizar ceremonias en honor a los dioses de la lluvia.
El antiguo asentamiento de Chichén Itzá, en el centro-norte de la península de Yucatán, alcanzó un gran esplendor durante el siglo noveno de nuestra era, entre una exuberante vegetación, abundantes fuentes de agua y terrenos sumamente irregulares.