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  1. Vuestros hijos no son vuestros hijos. Son los hijos y las hijas de la Vida que quiere seguir dando Vida. Vienen a través de vosotros pero no son vosotros Y aunque están a vuestro lado no os pertenecen. Les podéis dar vuestro amor, pero no vuestros pensamientos porque ellos tienen sus propios pensamientos. Podéis dar una casa a sus cuerpos

  2. 20 de ene. de 2020 · «Tus hijos no son tus hijos. Son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma. No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen. Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, Pues ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes hospedar sus cuerpos, pero no sus almas,

  3. Tus hijos no son tus hijos. son hijos e hijas de la vida. deseosa de sí misma. No vienen de ti, sino través de ti. Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues, ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellas, viven en la casa del mañana, que no puedes visitar . ni siquiera en ...

  4. 16 de jul. de 2019 · Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida, deseosa de sí misma. No vienen de ti, sino a través de ti, y aunque estén contigo, no te pertenecen. Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos. Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellos viven en la casa del ...

  5. ¿Qué sería de nosotros sin nuestros hijos? Verlos felices es uno de los mejores sentimientos de la vida. Con eso en mente, hemos seleccionado frases e imágenes para que dediques a tus lindos hijos.

  6. 6 de jun. de 2018 · Vuestros hijos no son vuestros hijos. Son los hijos y las hijas del ansia de la vida por sí misma. Vienen a través vuestro, pero no son vuestros. Y aunque vivan con vosotros, no os pertenecen. Podéis darles vuestro amor, pero no vuestros pensamientos, porque ellos tienen sus propios pensamientos.

  7. El poema de Khalil Gibran 'Tus hijos no son tus hijos' es un recordatorio poderoso de que nuestros hijos no nos pertenecen. A menudo, como padres, queremos controlar la vida de nuestros hijos y moldearlos según nuestras propias expectativas.