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11 de sept. de 2020 · Introducción. En esta historia exploraremos la exaltación y humillación de dos personajes. Una mujer pecadora que se acercó en quebrantamiento ante Jesús y de un hombre religioso llamado Simón, que aunque Jesús era su invitado no lo recibió igual. ¿Qué aprenderemos hoy? Expliquémoslo. El quebrantamiento de una mujer (vv. 36–39)
La mujer pecadora y la misericordia de Dios. La misericordia de Dios nace de nuestra fragilidad, de nuestra pequeñez, de nuestra condición humana, y, sobre todo, de su amor. Por: P. Juan J. Ferrán | Fuente: Catholic.net. Encontramos este relato en Lc 7, 36-50. Es un relato maravilloso en todo su desarrollo.
5 de dic. de 2017 · En medio está la perícopa que narra la unción de la mujer considerada pecadora al romper el orden del cosmos, según el fariseo que no reconoce en Jesús al profeta que anuncia la novedad del Reino de Dios, pero la mujer despreciada sí reconoce en Jesús al verdadero profeta, enviado y ungido por Dios, haciendo manifiesto el ...
¿Por qué la mujer tenía que ser pecadora? ¿En qué consistía su pecado? ¿Cuál es la importancia de que Jesús se dejase tocar por esta mujer? ¿Por qué Lucas se desvía tanto de los demás evangelios para hacer valer su punto? son cosas que espero podamos ir descubriendo en la lectura.
- Gabriel Zepeda-Rolón
CLASE 31 Lc 7, 36-8,3; La pecadora perdonada. Mujeres que acompañaban a Jesús. El primer pasaje que revisaremos en esta clase tiene cierto parecido con otro que aparece en los Evangelios según san Mateo y según san Marcos. ˝Pero aquí tiene un significado diferente; es una escena de perdón y conversión.
Instrucciones para el maestro sobre cómo conducir la lección. Contenidos. La mujer pecadora. Un día un fariseo llamado Simón le pidió a Jesús que fuera a su casa. a comer algo. Jesús fue al hogar del fariseo y se sentó a la mesa. Una mujer, conocida en la ciudad por la vida impía que llevaba, fue a la casa con un recipiente de perfume caro.
La segunda parte es una explicación alegórica del episodio. La mujer pecadora representa a los creyentes que provienen de las religiones antiguas, el fariseo representa al pueblo judío. La exuberancia del porte de la mujer y de sus galanteos –cabellera, caricias, besos, perfume– que muestra desinhibida, representa las ac-
