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  1. Introducción a la oración contemplativa. «Contemplad al Señor y quedaréis radiantes» (Sal 34,6) Introducción. Las dos formas fundamentales de oración. ¿Qué no es la oración de contemplación? ¿Qué es la oración de contemplación? Dos palabras bíblicas que resumen la contemplación.

  2. DE LA ORACIÓN PERSONAL PROPIA DE LOS CON TEMPLATIVOS. El experto contemplativo, pues, no depende del razonamiento discursivo del mismo modo que los principiantes y los poco avanzados. Sus conocimientos surgen espontáneamente sin la ayuda del proceso intelectual, como intuiciones directas de la verdad.

  3. ¿Es La oración contemplativa un PDF/ePUB en línea? Sí, puedes acceder a La oración contemplativa de Hans Urs von Balthasar, Roberto H. Bernet en formato PDF o ePUB, así como a otros libros populares de Teología y religión y Religión.

  4. Primero nos presenta el acto de la contemplación, su necesidad, su posibilidad, su realización (parte I), luego su objeto: la Palabra hecha carne, la Vida trinitaria (parte II) y, por último, todas las dimensiones terrenas y celestes del hombre que esta oración abraza, eleva e ilumina: su existencia y su esencia, su cuerpo y su alma, el ...

  5. www.espiritualidadpamplona-irunea.org › wp-contentLa Oración Contemplativa

    de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada, transmitida o utilizada en manera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico, mecánico, óptico, de graba­ ción o e1ectrográfico, sin el previo consentimiento por escrito del editor. PRIMERA PARTE Introducción a la Oración Contemplativa según San Juan de la Cruz ~.

  6. Índice. Este libro fue escrito a partir de la convicción de que pocas introducciones a la oración contemplativa eran entonces accesibles que no poseyeran –ante todo– un carácter ascético espiritual, pocas procedían a partir de una fundamentación verdaderamente bíblica del acto de la escucha en la Palabra divina.

  7. La oración contemplativa Como dice Thomas Merton: “La contemplación es esencialmente una escucha en el silencio, una expectación. Y también, en cierto sentido, debemos empezar a escuchar a Dios cuando hemos terminado de escuchar. ¿Cuál es la explicación de esta paradoja?