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  1. Soneto XXII. Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, en regiones contrarias, en un mediodía quemante: eras sólo el aroma de los cereales que amo. Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa. en Angol, a la luz de la luna de Junio,

  2. Soneto XXII, Pablo Neruda: Poema original. ¿Cuándo? Publicado en 1959, en el libro Cien sonetos de amor . Acompañe la lectura del poema en audio. Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, 1. sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, 2. en regiones contrarias, en un mediodía quemante: 3.

  3. Cien sonetos de amor. Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, en regiones contrarias, en un mediodía quemante: eras sólo el aroma de los cereales que amo. Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa. en Angol, a la luz de la luna de Junio,

  4. Cien sonetos de amor. Fue luz el fuego y pan la luna rencorosa, el jazmín duplicó su estrellado secreto, y del terrible amor las suaves manos puras. dieron paz a mis ojos y sol a mis sentidos. Oh amor, cómo de pronto, de las desgarraduras. hiciste el edificio de la dulce firmeza, derrotaste las uñas malignas y celosas.

  5. Soneto LXIV. De tanto amor mi vida se tiñó de v…y fui de rumbo en rumbo como las a…hasta llegar a tu ventana, amiga m…tú sentiste un rumor de corazón qu…y allí de la tinieblas me levanté…. Farewell. Desde el fondo de ti, y arrodillad…un niño triste, como yo, nos mira.

  6. Pablo Neruda. Soneto XXII. Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, en regiones contrarias, en un mediodía quemante: eras sólo el aroma de los cereales que amo. Tal vez te vi, te supuse al pasar levantando una copa. en Angol, a la luz de la luna de Junio,

  7. Pablo Neruda. Soneto XXIII. Fue luz el fuego y pan la luna rencorosa, el jazmín duplicó su estrellado secreto, y del terrible amor las suaves manos puras. dieron paz a mis ojos y sol a mis sentidos. Oh amor, cómo de pronto, de las desgarraduras. hiciste el edificio de la dulce firmeza,