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  1. La breve historia de la Biblioteca Palafoxiana, un tesoro que cuenta con el título de Memoria del Mundo por la UNESCO. ¿Has estado aquí? La Biblioteca Palafoxiana se encuentra a un costado de la catedral de Puebla. Se considera la primer biblioteca pública en el continente americano. Fer Orendain.

  2. Historia. La creación de esta biblioteca fue aprobada por cédula real en diciembre de 1647 y reconfirmada por el papa Inocencio X en 1648. Durante más de 370 años, la Biblioteca Palafoxiana, ha estado asentada en el Antiguo Colegio de San Juan dentro del Seminario fundado por Palafox y Mendoza.

  3. 6 de dic. de 2021 · El Universal Puebla. Ver perfil. La Biblioteca Palafoxiana es un recinto bibliográfico ubicado en la ciudad de Puebla, fundada en 1646, además se convirtió en Monumento Histórico de nuestro país desde 1981 y la UNESCO la incluyó en 2005 como parte del Programa Memoria del Mundo.

  4. Fundada en 1646, la Biblioteca Palafoxiana fue la primera biblioteca pública de América, y ha conservado fielmente su tradición de patrimonio intelectual y cultural europeo.

  5. Nombrada en 1981, Monumento Histórico de México por su bellísimo recinto emblema del barroco novohispano; y en 2005, incluida por la UNESCO como parte del programa Memoria del Mundo por su acervo bibliográfico de fondo antiguo; la Biblioteca Palafoxiana es hoy en día museo del libro y continúa sus labores como biblioteca universal.

  6. Se llama Biblioteca Palafoxiana y se encuentra en la ciudad de Puebla a pocos kilómetros de la CDMX. Su gran característica es que es la biblioteca pública más antigua de América y sin duda una de las más hermosas. La historia se remonta al año 1640 cuando el obispo de Puebla, Juan Palafox y Mendoza, donó 5.000 libros de su colección ...

  7. En 1981 se declaró como Monumento Histórico Nacional y en el 2005, su variedad y riqueza bibliográfica le mereció el título de Memoria del Mundo por la UNESCO; adquiriendo con ello, más responsabilidades y tareas a realizar para conservarse por mil años más al servicio de la ciencia y la cultura, como lo hubiera deseado el obispo Juan de Palafox...