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  1. Transcripción. 1. 2 Rosemary Sutcliff Las aventuras de Ulises La historia de la Odisea Ilustrado por Alan Lee Introducción Carlos García Gual Notas, glosarios y actividades Manuel Otero Traducción José Luis López Muñoz. 3 ÍNDICE INTRODUCCIÓN El héroe astuto y versátil Los escenarios de la Odisea Composición de la obra.

  2. 13 de nov. de 2021 · Las aventuras de Ulises : la historia de la Odisea de Homero : Sutcliff, Rosemary : Free Download, Borrow, and Streaming : Internet Archive. by. Sutcliff, Rosemary. Publication date. 1998. Topics. Odysseus, King of Ithaca (Mythological character), Mythology, Greek. Publisher. Barcelona : Vicens Vives. Collection.

  3. Las Aventuras de Ulises Rosemary Sutcliff | PDF. Scribd es red social de lectura y publicación más importante del mundo.

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  4. era Ulises, el rey de Ítaca. Ulises estaba en la proa de la nave contemplando el mar color vino y pensando que a él no le apetecía nada ir a Troya. A diferencia de muchos de los otros cuarenta y nueve prín­ cipes griegos, él no tenía ganas de combatir en esa guerra. Ulises también pensaba que, en realidad, todo había sido por su culpa.

    • ULISES Y PENÉLOPE
    • EL RAPTO DE HELENA
    • PALÁMEDES DESENMASCARA A ULISES
    • LA MARCHA HACIA LA GUERRA
    • AGAMENÓN Y LOS CIERVOS DE ARTEMISA
    • LAS MURALLAS DE TROYA
    • EL ROBO DEL PALADIÓN
    • EL CABALLO
    • Pero Helena insistía: —Antileo, soy tu mujer. ¿Es que ya no me amas? ¿Acaso quieres que me vaya con otro hombre?
    • NO FUE DIFÍCIL ENGAÑAR AL CÍCLOPE LA ISLA DE LOS COMEDORES DE LOTO
    • ZEUS Y EL RAYO DE LOS CÍCLOPES
    • —¿Y sus hermanos? —preguntaba Ulises.
    • POLIFEMO
    • NADIE
    • Exactamente: Nadie había logrado escapar.
    • LA ISLA DE EOLO
    • EURÍLOCO Y LOS CERDOS DE CIRCE
    • ULISES Y CIRCE
    • EN EL HADES
    • LAS SIRENAS. ESCILA Y CARIBDIS
    • LA ISLA DEL SOL
    • ZEUS Y EL DESTINO DE LOS HOMBRES
    • CALIPSO
    • NAUSÍCAA
    • ATENEA
    • PENÉLOPE
    • PENÉLOPE
    • LA NODRIZA EURICLEA
    • LA PRUEBA DEL ARCO
    • EL PERRO ARGOS
    • LA CAMA DE OLIVO

    Había mil naves griegas surcando el mar Egeo, rumbo a Troya, para rescatar a Helena. Estaba a punto de empezar la batalla más grande de todos los tiempos. Al mando de estas mil naves había cincuenta capitanes, cincuenta reyes. En una de esas naves, pongamos la número trescientos noventa y tres, había un capitán. Da igual qué número fuera este capit...

    Sentado en lo alto de un acantilado, en Ítaca, Ulises contemplaba el mar, preguntándose por qué los poetas dicen siempre que tiene el color del vino. A él, al menos ese día, le parecía más que nada azul. Ulises se sentía muy feliz. Penélope había dado a luz a un niño, al que habían llamado Telémaco, y Ulises estaba orgullosísimo. Había subido a lo ...

    Si los ojos no lo engañaban, a Agamenón aquel tipo le pareció de lo más raro, con ese gorro tan feo en la cabeza, empujando un buey y un asno enganchados a un arado. —Si los ojos no me engañan —dijo—, ese está loco de atar. —Y tanto —contestó Menelao—, está loco: ha enganchado juntos un buey y un asno. Agamenón y Menelao acababan de llegar a Ítaca....

    Había sido facilísimo. Ulises había hecho su señal secreta, Néstor había tocado el clarín de guerra y Áyax había producido un ruido tremendo golpeando la espada contra el escudo. Entonces había asomado Aquiles, y entre todas aquellas joyas y baratijas de mujeres, había elegido la lanza y el escudo. —Vamos —había dicho. Os cuento la historia: Tetis ...

    Un simple caballo enorme. Nada más que un caballo enorme. la guerra terminó. decir verdad habían sido necesarios diez años para que a Ulises se le ocurriera aquella idea. Aunque eso no significa que durante esos diez años no hubiera estado pensando en ninguna otra cosa; pero digamos que era su problema principal: cómo conquistar Troya. En los prime...

    La primera vez que Ulises atravesó las murallas de Troya, franqueando la puerta más grande, no cayó en la cuenta enseguida. Y tampoco al pasar delante del templo de Atenea, allí donde se conservaba el Paladión. Bueno, por supuesto, le dedicó un pensamiento a la diosa, y en silencio le pidió protección para su misión. Solo eso. Nada más llegar los g...

    Después de que, durante nueve años, griegos y troyanos se hubieran aburrido asediándose y resistiendo al asedio, se pusieron a luchar de verdad. Y cuando llegó ese momento, la tierra se impregnó de sangre, los héroes empezaron a morir y Casandra, la hija más pequeña de Príamo, vio arder los palacios de Troya. En realidad todavía no estaba ardiendo ...

    Ulises se apartó unos pasos para reflexionar, haciendo girar el Paladión entre sus manos. Contemplaba esa estatuilla de madera que se parecía a Atenea, la diosa de la guerra, de la inteligencia y de la estrategia. «La estrategia», pensó Ulises, «es saber de antemano los planes de tu enemigo, y por lo tanto obligarlo a hacer lo que tú quieres que ha...

    Antileo no se pudo contener y estuvo a punto de salir del caballo. Pero Ulises, rapidísimo, le tapó la boca con la mano y le puso un puñal en el cuello. —Ni respires siquiera —le susurró—, ¡mueve un solo músculo y te corto el cuello! Antileo no se movió y Helena se marchó. No sé si Helena había comprendido de verdad que el caballo estaba lleno de s...

    No fue difícil engañar al cíclope. —¿Cuál es tu nombre? —preguntó el monstruo, que era tan grande como una montaña. —¿Mi nombre? —dijo Ulises. Se quedó un momento pensando y después añadió—: Nadie. El cíclope, mientras tanto, se iba poniendo cada vez más nervioso, y creedme, no es buena idea poner nervioso a un cíclope. —Me llamo Nadie. —Bien —cont...

    Cuando entró en la cueva del cíclope, Ulises no podía creer que pudiera ser tan enormemente grande. Por supuesto, ya tenía una idea de cómo era un cíclope; pero una cosa es imaginártelo, y otra muy distinta verlo con tus propios ojos. Peor todavía es ver la enorme cueva en la que vive un cíclope, o el grandísimo vaso del que bebe. Sobre todo si sab...

    —Echó a suertes con ellos qué parte del universo gobernar. A Poseidón le tocó el mar; a Hades, la ultratumba; y a Zeus, el cielo y la tierra. —¡Y las osas, abuelo, te has olvidado de las osas! —Antes de ser derrotado, cuando Cronos descubrió que Zeus estaba escondido en Creta, partió en su busca para devorarlo. Zeus escapó con las dos ninfas que lo...

    ¿Cuál es tu nombre? La primera vez que el cíclope se lo había preguntado, Ulises no había contestado: había disimulado. Pero al cíclope le había dado igual. Ulises le había dicho que eran griegos, que regresaban de Troya y que esperaban que él fuese hospitalario, les diera de comer, de beber y les ofreciera un regalo en señal de amistad. Al cíclope...

    Una vez hecho esto, todo lo demás había resultado bastante sencillo. Desde luego, había sido necesario mucho valor para coger aquel palo candente y clavárselo al cíclope en el ojo. Y por otro lado daba cierto repelús ver salir toda esa sangre de la pupila y oír ese chisporroteo, como si hubieran metido una espada al rojo vivo dentro del agua. Pero ...

    —¡Polifemo! —gritó Ulises—. ¡No soy ningún cobarde! El cíclope, furioso, arrancó de la montaña una piedra enorme y la lanzó al mar. La nave estuvo a punto de volcar. Ulises volvió a gritar: —¡Polifemo! ¡Polifemo! —Capitán —dijeron sus compañeros—, ¿por qué lo provocas? El cíclope terminará por tirarnos encima la montaña entera. Pero Ulises no era c...

    Ulises se despertó de golpe. Todos los vientos del mundo soplaban alrededor de su nave. Nunca había visto una tormenta tan tempestuosa, un mar tan agitado, un viento tan fuerte que soplaba en todas direcciones. Enseguida comprendió lo que había ocurrido: los estúpidos de sus hombres acababan de abrir el odre que le había regalado Eolo. En ese momen...

    Una maga horrible y malvada. Euríloco lo había dejado bien claro. La verdad es que había tardado mucho en decidirse a soltar una sola palabra. Estaba tan aterrorizado que no conseguía hablar. Cuando por fin se calmó y Ulises le preguntó otra vez quién vivía en aquella cabaña en mitad de la isla a la que habían llegado, Euríloco dijo pocas palabras,...

    Ulises oyó un ruido a su espalda, un crujido como de hojas, como un batir de alas. Entonces se detuvo, se arrodilló y agachó la cabeza. Se había dado cuenta de que se trataba de Hermes, el dios de los ladrones, poeta, simulador y, lo más importante, mensajero de Zeus. Esto es, mensajero del primero entre todos los dioses. Con el tiempo, Ulises habí...

    Cuando Ulises degolló a las ovejas y la sangre empezó a llenar la fosa, las almas de los muertos emergieron lentamente de la oscuridad. En ese momento Ulises sintió miedo de verdad; un miedo que no había experimentado nunca antes. No tenía nada que ver con el terror reflejado en los ojos de Euríloco por culpa de Circe; ni con el temor que a Ulises ...

    ¡Desatadme, maldita sea! ¡Desatadme! Que me desatéis os digo, estúpidos... No sé qué palabrotas diría Ulises en aquella ocasión, pero alguna que otra dijo seguro. El caso es que ya no aguantaba, no podía más. Quería ir con las sirenas, quería bajar de la nave, quería quedarse allí. Por suerte, esta vez sus hombres habían entendido muy bien sus órde...

    Ulises estaba agarrado a una vieja higuera que sobresalía por encima de las rocas, con las piernas colgando en el aire. Debajo de él se extendía el mar. Bueno, para ser precisos, realmente lo que se extendía debajo de él era el torbellino monstruoso de Caribdis que se lo estaba tragando todo, incluidos la nave y los compañeros de Ulises. Este se pr...

    Del amor y sus penas, Atenea no quería saber nada, no quería tener nada que ver con ello. No pensaba tampoco en el amor entre Ulises y Calipso. Fuera lo que fuese, no era asunto suyo. Lo que sí pensaba Atenea era que Ulises tenía que regresar a casa; nada más. Así que decidió ponerse manos a la obra. La diosa de los ojos resplandecientes, diosa de ...

    Ulises estaba sentado en lo alto del acantilado contemplando el mar y llenándose el corazón de tristeza y de melancolía, cuando oyó un susurro a su espalda. Comprendió que era Hermes, pues reconoció el murmullo de sus alas. Entonces supo que había llegado el momento y tomó la decisión que llevaba seis años postergando. Se levantó y se dirigió a la ...

    Ulises estaba agotado cuando llegó a la tierra de los feacios. Llevaba dos días y dos noches nadando desesperadamente en medio de la tempestad, pugnando por mantenerse a flote. Y era casi un milagro que hubiera logrado llegar con vida a la orilla. Atenea, invisible, sonreía. El hecho es que Poseidón, cuando regresó de la fiesta de los etíopes, al v...

    Ese poeta era francamente bueno. Estaba ahí, cantando, con la mirada perdida, y parecía que sus ojos ciegos estuvieran buscando quién sabe dónde el hilo de la historia que contaba. Era, sin duda alguna, el mejor poeta al que había escuchado cantar en su vida. Ulises se estaba emocionando. «Un simple caballo enorme», decía el poeta, «nada más que un...

    En cuanto a Penélope, nunca había dejado de esperar. Sentada junto a la ventana de su habitación, cosía. En realidad avanzaba poco en su labor. Se distraía sin parar, contemplando el mar color vino. Por otra parte, tampoco progresaba mucho con el manto que llevaba tanto tiempo tejiendo. Pero no importaba, así habría tenido que destejer menos durant...

    Después de matar a todos los pretendientes, Ulises sabía bien que ahora vendrían a Ítaca los parientes de los príncipes y tratarían de vengar su muerte. Por lo tanto se preparó para la batalla. Pero también sabía que Atenea, la diosa de la guerra, lo protegería. Pero antes de aquella batalla, Ulises debía hacer dos cosas: ir a ver a su esposa y des...

    Después de matar a todos los pretendientes, Ulises sabía bien que ahora vendrían a Ítaca los parientes de los príncipes y tratarían de vengar su muerte. Por lo tanto se preparó para la batalla. Pero también sabía que Atenea, la diosa de la guerra, lo protegería. Pero antes de aquella batalla, Ulises debía hacer dos cosas: ir a ver a su esposa y des...

    Después de matar a todos los pretendientes, Ulises sabía bien que ahora vendrían a Ítaca los parientes de los príncipes y tratarían de vengar su muerte. Por lo tanto se preparó para la batalla. Pero también sabía que Atenea, la diosa de la guerra, lo protegería. Pero antes de aquella batalla, Ulises debía hacer dos cosas: ir a ver a su esposa y des...

    Después de matar a todos los pretendientes, Ulises sabía bien que ahora vendrían a Ítaca los parientes de los príncipes y tratarían de vengar su muerte. Por lo tanto se preparó para la batalla. Pero también sabía que Atenea, la diosa de la guerra, lo protegería. Pero antes de aquella batalla, Ulises debía hacer dos cosas: ir a ver a su esposa y des...

    Después de matar a todos los pretendientes, Ulises sabía bien que ahora vendrían a Ítaca los parientes de los príncipes y tratarían de vengar su muerte. Por lo tanto se preparó para la batalla. Pero también sabía que Atenea, la diosa de la guerra, lo protegería. Pero antes de aquella batalla, Ulises debía hacer dos cosas: ir a ver a su esposa y des...

  5. Este libro cuenta algunas de las más admiradas invenciones de la mitología griega; en sus páginas se narra cómo Ulises, el héroe griego, luchó contra toda suerte de adversidades, y el modo como superó las pruebas más difíciles a las que pueda enfrentarse un ser humano.

  6. ulises y PenéloPe. H abía mil naves griegas surcando el mar Egeo, rumbo a Troya, para rescatar a Helena. Estaba a punto de empezar la ba-talla más grande de todos los tiempos. al mando de estas mil naves había cincuenta capita-nes, cincuenta reyes. En una de esas naves, pongamos la número trescientos noventa y tres, había un capitán.