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A flor de piel cuenta la mayor proeza humanitaria de la Historia, una ambiciosa expedición que fue posible gracias al valor de los más frágiles, a la fortaleza de una mujer apasionante, y a dos hombres que disputaron su amor en una aventura que cambió el rumbo de la Historia.
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En su interior viajan veintidós niños huérfanos cuya misión consiste en llevar la recién descubierta vacuna de la viruela a los territorios de Ultramar, entre ellos, a la joya de la Corona: la Nueva España y su capital, México. Los acompaña Isabel Zendal, encargada de cuidarlos.
El 30 de noviembre de 1803, una corbeta zarpa del puerto de La Coruña entre vítores y aplausos. En su interior viajan veintidós niños huérfanos cuya misión consiste en llevar la recién descubierta vacuna de la viruela a los territorios de Ultramar.
Veintidós niños.Una aventura que cambió el rumbo de la Historia. El 30 de noviembre de 1803, una corbeta zarpa del puerto de La Coruña entre vítores y aplausos. En su interior viajan veintidós niños huérfanos cuya misión consiste en llevar la recién descubierta vacuna de la viruela a los territorios de Ultramar.
6 de sept. de 2016 · A flor de piel. El 30 de noviembre de 1803, una corbeta zarpa del puerto de La Coruña entre vítores y aplausos. En su interior viajan veintidós niños huérfanos cuya misión consiste en llevar la recién descubierta vacuna de la viruela a los territorios de Ultramar. Los acompaña Isabel Zendal, encargada de cuidarlos.
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1 de ene. de 2015 · A flor de piel nos relata una historia real sobre un acontecimiento que bien podría ser una de las mayores proezas humanitarias que se ha llevado a cabo. A través de sus páginas Javier Moro nos narra como la viruela era uno de los males más temidos que podía llegar a una población.
Sinopsis de A flor de piel: El 30 de noviembre de 1803, una corbeta zarpa del puerto de La Coruña entre vítores y aplausos. En su interior viajan veintidós niños huérfanos cuya misión consiste en llevar la recién descubierta vacuna de la viruela a los territorios de Ultramar. Los acompaña Isabel Zendal, encargada de cuidarlos.
