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  1. LOS JEFES, Y OTROS CUENTOS MARIO VARGAS LLOSA. SALVAT EDITORES, S.A. Biblioteca Básica SALVAT Enero de 1982 Impreso en España Los jefes El desafío El hermano menor Día domingo Un visitante El abuelo Los Cachorros. LOS JEFES 1. Javier se adelantó por un segundo: -¡Pito! -gritó, ya de pie. La tensión se quebró violentamente, como una ...

  2. «El abuelo», cuento de Mario Vargas Llosa, narra la historia de un anciano, don Eulogio, quien espera escondido en el jardín de la casa a que aparezca su nieto. Mientras aguarda, el hombre recuerda una serie de eventos relacionados con una misteriosa sorpresa que tiene preparada para el niño.

  3. La recomposición del pasado que opera la literatu-ra es casi siempre falaz. La verdad literaria es una y otra la verdad histórica. Pero, aunque esté repleta de menti-ras —o, más bien, por ello mismo— la literatura cuenta la historia que la historia que escriben los historiadores no sabe ni puede contar.

  4. La Ciudad y los Perros Mario Vargas Llosa 4 sus hombros el sacón de paño. Luego, pisando despacio porque los botines crujían, caminó hasta la litera del Jaguar, que estaba al otro extremo de la cuadra, junto al baño. -Jaguar. -Sí. Toma. Cava alargó la mano, tocó dos objetos fríos, uno de ellos áspero. Conservó en la mano la linterna,

  5. Mario Vargas Llosa - el desafio. Mario Vargas Llosa. Cuento: EL DESAFÍO. Estábamos bebiendo cerveza, como todos los sábados, cuando en la puerta del "Río Bar" apareció Leonidas; de inmediato notamos en su cara que ocurría algo. — ¿Qué pasa? — preguntó León.

  6. Mario Vargas Llosa. Los jefes El desafío El hermano menor Día domingo Un visitante El abuelo. LOS JEFES. 1. Javier se adelantó por un segundo: -¡Pito! -gritó, ya de pie. La tensión se quebró violentamente, como una explosión. Todos estábamos parados: el doctor Abásalo tenía la boca abierta. Enrojecía, apretando los puños.

  7. Día domingo. Mario Vargas Llosa. Contuvo un instante la respiración, clavó las uñas en la palma de sus manos y dijo, muy rápido: "Estoy enamorado de ti". Vio que ella enrojecía bruscamente, como si alguien hubiera golpeado sus mejillas, que eran de una palidez resplandeciente y muy suaves. Aterrado, sintió que la confusión ascendía por ...