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  1. Réquiem - Anna Ajmátova - Ciudad Seva - Luis López Nieves. 1935-1940. [Poema - Texto completo.] Anna Ajmátova. Más Poemas de Anna Ajmátova. Biblioteca Digital Ciudad Seva.

  2. Es este uno de los libros más sentido, desesperante y humano que ha dado la poesía universal. «Réquiem» es una obra de arte que permite comprender a fondo la forma en la que reacciona nuestra psique frente a un dolor insoportable. En español contamos con varias ediciones.

    • ¿Qué somos?
    • la ciudad de Pushkin
    • El poeta
    • La Musa
    • La tierra natal
    • Para muchos
    • Soneto de estío
    • Sótano del recuerdo
    • Unos van por un sendero recto
    • Hubo una voz en mí...
    • Último brindis
    • En lugar de un prólogo
    • Dedicatoria
    • Introducción
    • La sentencia
    • A la muerte
    • Crucifixión
    • manera de epílogo
    • Nochebuena (24 de diciembre)
    • Agazapada tras la puerta
    • Algunos días parecen accidentes
    • N.V.N.
    • Tres cosas le encantaban
    • 19 de julio de 1914
    • Sótano del recuerdo
    • Y yo era su mujer...
    • Elegías y recuerdos
    • Valor
    • Casi para un álbum
    • En algún lugar hay una vida simple y una luz
    • Los versos
    • Siempre eres otro y misterioso conmigo
    • Al despertar en la madrugada
    • Postfacio
    • LIBRETO DEL BALLET
    • por Gueorgui Adámovich

    Muestrario de Poesía es una colección digital gratuita que se difunde por la Internet y se dedica a promocionar la obra poética de los grandes creadores, difundiéndola y fomentando nuevos lectores para ella. Junto a las colecciones complementarias Libros de Regalo, Ciensalud, Iniciadores de Negocios y Aprender a aprender, son iniciativas sin fines ...

    ¿Qué puedo hacer? Ellos te destruyeron, ¡Qué encuentro más cruel que el separarse! Aquí hubo un surtidor, allá alamedas, Más a lo lejos verdecía el parque... La aurora más rosada que ella misma Fue aquél abril. Olor a húmeda tierra, primer beso... Las hojas de este sauce en el siglo pasado se murieron, Para brillar cien veces más lozanas en la form...

    Piensas que esto trabajo, esta vida despreocupada Escuchar a la música algo y decirlo tuyo como si nada. el ajeno scherzo juguetón meterlo en versos mañosos Jurar que el pobre corazón gime en campos luminosos. escucharle al bosque alguna cosa y a los pinos taciturnos ver Mientras la cortina brumosa de niebla se alza por doquier. Tomo lejos o a mi v...

    Cuando aguardo su llegada por las noches, pareciera que la vida pende de un cabello. ¿Qué son los honores, la juventud, la libertad, ante la dulce huésped con su flauta en la mano? Y entra, me mira fijamente y me quita la manta. Le digo: “¿Fuiste tú la que le dictó a Dante las páginas del Infierno?” Y responde: “Yo”

    No la llevamos en oscuros amuletos, Ni escribimos arrebatados suspiros sobre ella, No perturba nuestro amargo sueño, Ni nos parece el paraíso prometido. En nuestra alma no la convertimos En objeto que se compra o se vende. Por ella, enfermos, indigentes, errantes Ni siquiera la recordamos. Sí, para nosotros es tierra en los zapatos. Sí, para nosotr...

    Soy vuestra voz, calor de vuestro aliento, El reflejo de todos vuestros rostros, Es inútil el batir del ala inútil: Estaré con vosotros hasta el mismo final. por eso me amáis ávidamente, Con todos mis pecados y flaquezas, por eso me entregasteis sin mirar Al mejor de todos vuestros hijos, por eso no me preguntasteis Por ese hijo ni una sola vez, ll...

    Más que yo vivirá lo que aquí vive, Hasta los nidos de los estorninos, Y este aire migratorio que cruzó, Aire primaveral, la mar en vuelo. La voz eternidad de allá nos llama, Del más allá con su invencible fuerza, Y por encima del cerezo en flor, La luz lunar menguando se derrama. Parece que blanquea sin estorbo, A través de las verdes espesuras, L...

    Es pura tontería que vivo entristecida que estoy por el recuerdo torturada. No soy yo asidua invitada en su guarida allí me siento trastornada. Cuando con el farol al sótano desciendo, Me parece que de nuevo un sordo hundimiento Retumba en la estrecha escalera empinada. Humea el farol. Regresar no consigo sé que voy allí donde está el enem...

    Unos van por un sendero recto, Otros caminan en círculo, Añoran el regreso a la casa paterna Y esperan a la amiga de otros tiempos. Mi camino, en cambio, no es ni recto, ni curvo, Llevo conmigo el infortunio, Voy hacia nunca, hacia ninguna parte, Como un tren sobre el abismo. Que al Sur a gozar se vayan, digo... ¡De nuevo estás conmigo, otoño, ami...

    Hubo una voz en mí. Llamó consoladora Y dijo: ven aquí, vente, deja tu tierra apartada y pecadora, deja Rusia para siempre. la sangre de la mano yo te limpiaré, del corazón arrancaré la negra vergüenza, con nuevo nombre yo te cubriré el dolor de la derrota y de la ofensa. Pero tranquila, indiferente, con las manos tapé mis oídos, para que esta len...

    Bebo por la casa destruida, por la vida terrible, por la soledad entre los dos y por ti yo bebo. Por la mentira de los labios traicioneros, por el frío mortal de los ojos, por el mundo brutal y tosco, por lo que Dios no salvó.

    En los terribles años del terror de Yezhov hice cola durante siete meses delante de las cárceles de Leningrado. Una vez alguien me "reconoció". Entonces una mujer que estaba detrás de mí, con los labios azulados, que naturalmente nunca había oído mi nombre, despertó del entumecimiento que era habitual en todas nosotras y me susurró al oído (allí ha...

    Un dolor semejante podría mover montañas, e invertir el curso de las aguas, pero no puede hacer saltar estos potentes cerrojos que nos impiden la entrada a las celdas atestadas de condenados a muerte... Para algunos puede soplar el viento fresco, para otros la luz solar se desvanece en el ocio, pero nosotras, asociadas en nuestro espanto, sólo escu...

    Era aquella una época en que sólo los muertos podían sonreír, liberados de las guerras; el emblema, el alma de Leningrado, pendía afuera de su casa-prisión; los ejércitos de cautivos, pastoreados en los patios ferroviarios, se evadían de la canción entonada por el silbato de la máquina, cuyo refrán iba así: ¡Váyanse parias! Las estrellas de la m...

    La palabra cayó como una piedra en mi pecho viviente. Lo confieso: estaba preparada de algún modo lista para la prueba. Tanto que hacer el día de hoy: matar la memoria, asesinar el dolor, convertir el corazón en roca todavía disponerse a vivir de nuevo. No hay silencio. El festín del cálido verano trae rumores de juerga. ¿Desde hace cuánto adivin...

    Vendrás de todos modos. ¿Por qué no ahora? Cuánto he esperado. Vienen los malos tiempos. He apagado la luz y abierto la puerta para ti, porque eres mágica y sencilla. Asume, por tanto, la forma que más te plazca, apunta y dispárame un tiro envenenado, estrangúlame como un eficiente asesino, bien inféctame —el tifo sería mi suerte—, irrumpe del cuen...

    “No llores por mí, madre, cuando esté en la tumba.” I Un coro de ángeles glorificó aquella hora, la bóveda celeste se disolvió en llamas. “Padre, ¿por qué me has abandonado? Madre, te lo ruego, no llores por mí...”

    allá donde inventan los sueños no hubo suficientes para nosotros. Vimos uno y había en él la fuerza de la primavera al llegar. No repitas lo que fue dicho antes, tu alma es rica. Puede ser que la poesía misma sea la única cita admirable.

    El cierre de un ciclo reciente es tan difícil para el corazón, he abandonado muchos hábitos en la vida y ya casi nada me falta. Creo que los pinos de Komarovo hablan en su propia lengua y como primaveras aisladas se yerguen en los charcos, bebiéndose el cielo.

    Agazapada tras la puerta La astuta luna observó Cómo mi gloria póstuma Aquella tarde cambié. Me van a olvidar ahora, Los libros se pudrirán. Ni una calle, ni una estrofa Ajmátova llamarán.

    Algunos días son como accidentes, a sus tardes tediosas les sucede una niebla que cubre mi alma oscura; insomnios donde encuentro mis ojos deleznables escribo, poseído, poemas deletéreos donde digo que el aire se vuelve venenoso. Hay días que se quedan vacíos como un vaso. noches que retomo la mano que está libre sueño que terminas la herida, que h...

    Hay en la intimidad humana una línea de veda que no traspasan amoríos ni pasiones bien que en miedo silente boca en boca se queda y el corazón se rompe de cariño de porciones. La amistad aquí es impotente y los años de felicidad sublime y amorosa cuando el alma en vuelo extraño se cierne ante la languidez voluptuosa. Quien la anhela es demente y el...

    Tres cosas le encantaban a él: los pavos reales blancos, las oraciones vespertinas y los desteñidos mapas de América. No soportaba los mocosos chillones, ni la mermelada de frambuesa con su té, ni la histeria femenina ...y estaba atado a mí.

    (1) Envejecimos cien años aunque esto sucedió sólo en una hora. Se terminaba ya el corto verano; humeaban las llanuras labradas. De repente se abigarró el camino quieto; voló el llanto como un toque de plata. Cubriéndome el rostro supliqué a Dios que me matase antes de la primera batalla. Desaparecieron las sombras de goces y pasiones de la memoria...

    Es pura tontería que vivo entristecida que estoy por el recuerdo torturada. No soy yo asidua invitada en su guarida allí me siento siempre trastornada. Cuando con el farol al sótano desciendo, me parece que de nuevo un sordo hundimiento retumba en la estrecha escalera empinada. Humea el farol. Regresar no consigo sé que voy allí donde está el enemi...

    Le gustaban tres cosas en la vida: pavos reales blancos, canciones al atardecer, desgastados mapas de America. Detestaba el lloriqueo de los niños, confitura de fresas para el té la histeria femenina... yo era su mujer....

    No puedo recordar con exactitud cuándo fue que vi a Anna Ajmátova por primera vez. Probablemente fue dos años antes de la Primera Guerra Mundial, en un seminario romanogermánico, en la Universidad de San Petersburgo. Como estudiante, yo no tenía una relación directa con este seminario, pero con frecuencia asistía: era como una especie de cuartel ge...

    No puedo recordar con exactitud cuándo fue que vi a Anna Ajmátova por primera vez. Probablemente fue dos años antes de la Primera Guerra Mundial, en un seminario romanogermánico, en la Universidad de San Petersburgo. Como estudiante, yo no tenía una relación directa con este seminario, pero con frecuencia asistía: era como una especie de cuartel ge...

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  3. 24 de abr. de 2022 · Réquiem. ‘Retrato de Anna Ajmátova’ (detalle), 1915; Natham Altman. Museo Ruso de San Petersburgo. Anna Ajmátova. abril 24, 2022. Anna Ajmátova (1889-1966) es sin dudas una de las más grandes voces de la poesía rusa en el siglo XX. Sufrió la censura y la represión en carne propia, y en la de su familia, bajo el régimen ...

    • Anna Ajmátova
  4. 23 de jun. de 2017 · Réquiem de Anna Ajmatova. Reseña literaria de una de las obras más importantes de la literatura rusa, el poemario Réquiem, de la desesperación y el amor de una madre. Anna Ajmátova fue una reconocida poetisa de origen ruso, nacida el 23 de junio de 1889 y fallecida el 5 de marzo de 1966.

    • (15)
  5. 13 de jun. de 2009 · El primer marido de Ana Ajmatova, una de las escritoras rusas más importantes del siglo XX, fue fusilado; el segundo, falleció de extenuación en un campo de trabajo en el Gulag; su único hijo,...

  6. biografia. Anna Andréievna Akhmàtova (Bolxoi Fontan, 1889 – Domodédovo, 1966) va néixer al si d'una família aristocràtica. Va estudiar literatura a Sant Petersburg, on va freqüentar els cercles literaris de principis de segle i va publicar els seus primers volums de poesia. Des de la Revolució Russa i durant l’estalinisme, la seva ...