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El Reino de Francia (en francés: Royaume de France) es el nombre historiográfico o término atrapalotodo que se aplica a varias entidades políticas de Francia durante la Edad Media y principios de la Edad Moderna. Fue uno de los Estados más poderosos de Europa desde la Alta Edad Media.
El Reino de Francia vivió su mayor esplendor en el siglo XVII, durante el prolongado reinado de Luis XIV, «el Rey Sol» (1643-1715), uno de los más longevos de la historia (aunque no reinó realmente hasta 1651, cuando cumplió 13 años).
El Reino de Francia es el nombre historiográfico o término atrapalotodo que se aplica a varias entidades políticas de Francia durante la Edad Media y principios de la Edad Moderna. Fue uno de los Estados más poderosos de Europa desde la Alta Edad Media.
Francisco I fue el primer rey de Francia en comprender que el resplandor artístico de un país es un elemento de gloria y poder. Comprendiendo la importancia de las posesiones coloniales, Francisco I financió expediciones lejanas. En 1534 el bretón Jacques Cartier descubre Nueva Francia, que más tarde sería Canadá. [42]
El reino de Francia es el conjunto de territorios que reconocen la dominación del rey de Francia, o bajo el período feudal, los territorios de los señores que se reconocen como vasallos del rey. Hasta la revolución, las fronteras se difuminan, el rey tiene enclaves externos y soberanos extranjeros enclaves internos.
Este artículo explorará la evolución de la monarquía en Francia, desde su inicio bajo la dinastía de los Capetos, pasando por la Guerra de los Cien Años, el Renacimiento y el gobierno de Luis XIV, hasta su caída final durante la Revolución Francesa.
En la edad Moderna el reino de Francia progresivamente se configura realmente gracias a la centralización del poder real y al control por parte de éste de la nobleza y la Iglesia. La Edad moderna comienza con graves problemas para el reino de Francia.
