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    • Al rencor. No vengas, te conjuro, con tus piedras; con tu vetusto horror con tu consejo; con tu escudo brillante con tu espejo; con tu verdor insólito de hiedras.
    • Diálogo. Te hablaba del jarrón azul de loza, de un libro que me habían regalado, de las Islas Niponas, de un ahorcado, te hablaba, qué sé yo, de cualquier cosa.
    • En tu jardín secreto hay mercenarias. dulzuras, ávidas proclamaciones, crueldades con sutiles corazones, hay ladrones, sirenas legendarias.
    • La llave maestra. La luz de su cuarto me habla de él cuando no está, me acompaña cuando tengo miedo, y siempre tengo miedo porque soy valiente; oye su paso sobre los mosaicos de la entrada.
  1. En sus poemas evolucionó de una métrica de corte clásico, con rimas a veces un tanto inocentes, a otra más elaborada y variada. Entre sus temas favoritos estarían las metamorfosis del mundo, la naturaleza –con especial atracción por las plantas-, la niñez y la relación –amorosa o no- del yo con “el otro”.

  2. Silvina Ocampo. Argentina: 1913-1993. Cuentos - Poemas. Textos digitales completos.

  3. A continuación te ofrecemos algunos de sus poemas a través de los cuales podrás acercarte a la lírica de esta distinguida autora. Te recomendamos especialmente "Castigo" y "Canto".

    • Las Huellas
    • Al Rencor
    • Diálogo
    • El Perro Okinamaro
    • El Sueño recurrente
    • Envejecer
    • La Llave Maestra
    • La Visión

    A orillas de las aguas recogidas en la luz regular del suelo unidas como si juntas siempre caminaran, solas, parecería que se amaran, en la sal de la espuma con estrellas, sobre la arena bajo el sol las huellas de nuestros pies desnudos tan lejanos, y mudos. Dejando una promesa dibujada nuestra voz entretanto ensimismada se divide en el aire y atra...

    No vengas, te conjuro, con tus piedras; con tu vetusto horror con tu consejo; con tu escudo brillante con tu espejo; con tu verdor insólito de hiedras. En aquel árbol la torcaza es mía; no cubras con tus gritos su canción; me conmueve, me llega al corazón, repudia el mármol de tu mano fría. Te reconozco siempre. No, no vengas. Prometí no mirar tu a...

    Te hablaba del jarrón azul de loza, de un libro que me habían regalado, de las Islas Niponas, de un ahorcado, te hablaba, qué sé yo, de cualquier cosa. Me hablabas de los pampas grass con plumas, de un pueblo donde no quedaba gente, de las vías cruzadas por un puente, de la crueldad de los que matan pumas. Te hablaba de una larga cabalgata, de los ...

    A Sei Shonagon (que vivió en el siglo XI A.C) Él, que paseaba un día coronado de flores de durazno y de cerezo, el triste Okinamaro como un preso a la isla de los perros fue expulsado. Cuando volvió al palacio oscuro, herido, lo llamaste, pero él no te miró, y nadie, nadie lo reconoció, mas era él mismo, él mismo destituido. Y lo reconociste en el ...

    Llego como llegué, solitaria, asustada, a la puerta de calle de madera encerada. Abro la puerta y entro, silenciosa, entre alfombras. Los muros y los muebles me asustan con sus sombras. Subo los escalones de mármol amarillo, con reflejos rosados. Penetro en un pasillo. No hay nadie, pero hay alguien escondido en las puertas. Las persianas oscuras e...

    Envejecer también es cruzar un mar de humillaciones cada día; es mirar a la víctima de lejos, con una perspectiva que en lugar de disminuir los detalles los agranda. Envejecer es no poder olvidar lo que se olvida. Envejecer transforma a una víctima en victimario. Siempre pensé que las edades son todas crueles, y que se compensan o tendrían que comp...

    La luz de su cuarto me habla de él cuando no está, me acompaña cuando tengo miedo, y siempre tengo miedo porque soy valiente; oye su paso sobre los mosaicos de la entrada va a su encuentro cuando abre la puerta lentamente cuando lo espero, y siempre lo espero; lo mismo es para la luz eléctrica que para la luz del sol, lo mismo para el sol que la lu...

    Caminábamos lejos de la noche, citando versos al azar, no muy lejos del mar. Cruzábamos de vez en cuando un coche. Había un eucalipto, un pino oscuro y las huellas de un carro donde el cemento se volvía barro. Cruzábamos de vez en cuando un muro. Íbamos a ninguna parte, es cierto, y estábamos perdidos: no importaba. La calle nos llevaba junto a un ...

  4. Silvina Ocampo (Buenos Aires, 28 de julio de 1903 - Buenos Aires, 14 de diciembre de 1993) fue una escritora argentina, poetisa, narradora y traductora, sus inicios en la literatura están ligados a la influencia de su hermana Victoria, fundadora de la revista Sur, y a la del escritor Adolfo Bioy Casares, al que conoció en el año 1933 y ...

  5. Poemas de Silvina Ocampo. Canto (analizado). Castigo. Diálogo. La llave maestra. Los delfines. Ruego (analizado). Variedad de impaciencia. ¿Quiénes somos? Desde 2013, Poemario es una referencia de la poesía, analizando el trabajo y la influencia cultural de los mayores autores de la historia, con colaboraciones de: David Rubio.