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  1. Allí estaría recluida Juana la Loca entre 1509 y 1555, año de su muerte. Además, en sus llamadas Casas del Tratado se firmaría el Tratado de Tordesillas, un pacto entre España y Portugal con el que se ponía fin a la guerra de sucesión entre Isabel la Católica y Juana la Beltraneja y se repartían los derechos de navegación y conquista del océano Atlántico.

  2. Juana I de Castilla, “la Loca” (Toledo, 1479-Tordesillas, Valladolid, 1555).Reina de Castilla (1504-1555), si bien desde 1506 no ejerció ningún poder efectivo. Tras la súbita muerte de su esposo, Felipe el Hermoso” (1478- 1506), y a causa de sus celos enfermizos, quiso custodiar personalmente su cadáver hasta su enterramiento en Granada.Participó en la Exposición Nacional de Bellas ...

  3. 9 de oct. de 2014 · El carácter de Juana «la Loca» oscilaba rápidamente entre la euforia y la melancolía. Los expertos se inclinan por pensar que pudiera sufrir algún tipo de trastorno obsesivo compulsivo o ...

  4. -Esto de la sequía es un castigo de Dios, merecido de todos nosotros. Pero eso no es nada. Acuérdense ustedes de mí, de Juana, a quien ustedes llaman la Loca. ¿Ven ese sol que arde y esos pájaros negros que vuelan sobre nuestras cabezas? ¡Ja, ja, ja! Pues mañana, antes de que la luna resplandezca en las montañas de Gavilán, esas aves ...

  5. 21 de mar. de 2022 · El museo celebra el centenario de la muerte del pintor Francisco Pradilla con un recorrido por ... 1848 - Madrid, 1921) tenía solo 29 años cuando pintó Doña Juana la loca (1877), un ...

  6. Doña Juana la Loca', El siglo XIX en el Prado, Museo Nacional del Prado, Madrid, 2007, pp. 238-244 fg.47.2. Rose-de Viejo, Isadora , Ausencias/Presencias: signos de presencia en los retratos de Goya , Anales de Historia del Arte , Vol. Extra , 2008 , pp. 355-364 [358-359] .

  7. 18 de jul. de 2023 · La muerte de Isabel la Católica en 1504 y la consiguiente elevación de Juana y Felipe al trono de Castilla obligaron a disimular la situación. Había demasiado en juego como para ponerlo en peligro por unas simples desavenencias conyugales, aun cuando la infeliz soberana sufriera infinitamente el desamor de su marido.