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Wilfredo Gómez (San Juan, 29 de octubre de 1956) es un exboxeador puertorriqueño. Tuvo un récord profesional de 44 victorias, 3 derrotas y un empate, con 42 victorias por nocaut. Fue campeón mundial de peso supergallo del Consejo Mundial de Boxeo desde 1977 hasta 1983.
- Bazooka
- Puerto Rico
- San Juan, Puerto Rico, 29 de octubre de 1956 (66 años)
3 de mar. de 2022 · Wilfredo Gómez Rivera es un excampeón mundial nacido en la bella provincia de Las Monjas, Puerto Rico. Su increíble carrera en el mundo del boxeo sigue permaneciendo imborrable y es considerado como el mejor pugilista súper gallo de todos los tiempos, pues logró obtener un increíble récord de 44 victorias, 3 derrotas, un ...
Representing Puerto Rico. World Amateur Championships. Havana 1974. Bantamweight. Wilfredo Gómez Rivera [1] ( Spanish pronunciation: [wilˈfɾeðo ˈɣomes]; born October 29, 1956), sometimes referred to as Bazooka Gómez, is a Puerto Rican former professional boxer and three weight world champion.
- Bazooka
- Wilfredo Gómez Rivera
- 66+1⁄2 in (169 cm)
- October 29, 1956 (age 66), Hato Rey, Puerto Rico
Wilfredo Gomez. Salazar was a last minute replacement for Arturo Hernandez, who withdrew on the day of the fight due to hand injury. Salazar was reported to be 28-10 entering the fight. Gomez vacated the title in April 1983 to move up to Featherweight. This fight was the featured bout on the undercard of Holmes v. Cooney.
- 48
- 264
- super bantam
. Wilfredo Gómez. (1956/10/29 - Unknown) Boxeador puertorriqueño. Considerado el mejor supergallo de todos los tiempos. Peso: Supergallo, pluma, súper pluma. Combates: 48. Victorias: 44. Nocaut: 42. Derrotas: 3. Padres: Jacobo Gómez y Julia Rivera. Cónyuge: Carolina Gamboa. Hijos: Jennifer, Gina, Liz Irina, Wilfredo. Apodo: Bazooka.
Gómez, que selló su carrera profesional con récord de 44-3-1 y 42 nocáuts, tuvo marca de 10-1 y 10 nocáuts sobre peleadores de México. También se hizo grande ante uno de ellos, sucumbió ...
Wilfredo Gómez logró lanzar varios de sus ganchos catastróficos, pero la pelea era, desde el inicio, de Salvador Sánchez. Mientras que el puertorriqueño redujo sus ataques a un andar más lento y confuso, Sánchez seguía atacando con una ferocidad calculada, golpe tras golpe, sin siquiera un instante para respirar.
