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10 de may. de 2020 · Durante este mes de mayo la Iglesia celebra a María, Madre de Dios. Hoy presentamos las virtudes de María, la Buena Madre, tomado de la espiritualidad marista. Y los invitamos a pedir en oración, cada día del mes, estos valores para nuestras madres terrenales.
- Amor ardiente de María a Dios. El amor a Dios es la principal virtud que hemos de imitar de María. Porque la caridad es la madre de todas las virtudes.
- La humildad. La Virgen María nos enseña a reconocer nuestra pequeñez en la presencia de Dios; nos invita a moderar el apetito desordenado de la propia excelencia, a remover la soberbia y la vanagloria que obstaculizan la gracia, con el objetivo de hacer fructificar los talentos que el Señor nos ha concedido (Mt 25,14).
- Fe y aceptación de la Palabra de Dios. La Virgen Santísima fue un modelo de fe. Así nosotros, para nuestra salvación, hemos de prestar obediencia al don divino de la fe: a) para la gloria de Dios, b) para ser conducidos por la luz divina, y c) para ser fieles al proyecto de amor para el cual hemos sido creados.
- Obediencia generosa. Por orgullo y amor propio, los hombres experimentamos una cierta repugnancia en obedecer a otros. Pero la Madre bendita de Jesús nos ha dado muestras de que la obediencia nos proporciona ventajas inestimables: a) impide los malos efectos del amor propio; y b) nos aleja de las dudas y perplejidades a que uno está siempre expuesto cuando quiere conducirse por sí mismo.
- Amor Ardiente de María A Dios
- La Humildad
- Fe Y Aceptación de La Palabra de Dios
- Obediencia Generosa
- Caridad solícita
- Sabiduría Reflexiva
- Piedad de María
- Paciencia Y Fortaleza en El Dolor
- Pobreza Y Confianza en El Señor
- Esperanza de María
El amor a Dios es la principal virtud que hemos de imitar de María. Porque la caridad es la madre de todas las virtudes. ¿Y cómo imitarle esta virtud? Hay que ejercitar este santo amor, observando los mandamientos, huyendo de la culpa mortal y evitando también toda caída en el pecado venial.
La Virgen María nos enseña a reconocer nuestra pequeñez en la presencia de Dios; nos invita a moderar el apetito desordenado de la propia excelencia, a remover la soberbia y la vanagloria que obstaculizan la gracia, con el objetivo de hacer fructificar los talentos que el Señor nos ha concedido (Mt 25,14).
La Virgen Santísima fue un modelo de fe. Así nosotros, para nuestra salvación, hemos de prestar obediencia al don divino de la fe: a) para la gloria de Dios, b) para ser conducidos por la luz divina, y c) para ser fieles al proyecto de amor para el cual hemos sido creados.
Por orgullo y amor propio, los hombres experimentamos una cierta repugnancia en obedecer a otros. Pero la Madre bendita de Jesús nos ha dado muestras de que la obediencia nos proporciona ventajas inestimables: a) impide los malos efectos del amor propio; y b) nos aleja de las dudas y perplejidades a que uno está siempre expuesto cuando quiere condu...
Muchos creen que tener caridad con el prójimo es no desearle mal alguno; pero esa es una caridad defectuosa; pues, para que la caridad sea perfecta no basta el no desear el mal a nuestros hermanos; es necesario que nos sacrifiquemos por ellos. María estuvo pronta a servir con generosidad como lo vemos en el relato de la visita a su prima Isabel, cu...
Uno de los grandes valores que el mundo de hoy ha perdido es el amor al silencio y a la reflexión profunda. El espíritu de retiro que admiramos en María es necesario en todo cristiano, según su estado, para conservar el precioso tesoro de la gracia. Procuremos, pues, amar el silencio, huir del contagio del mundo, ya que en el silencio es donde Dios...
La oración y la lectura de los libros santos formaban las delicias de María. Ella siempre estuvo pronta al cumplimiento de sus deberes religiosos (Lc 2,21-22): adoraba al Señor en espíritu y verdad, le alababa y glorificaba con los sentimientos del más profundo respeto… Por eso, así como María, hemos de conservar y aumentar el espíritu de piedad pa...
María fue la Madre que nos dio un verdadero ejemplo de paciencia y serenidad en el cumplimiento del plan divino (Heb 10,36). Ella, con un verdadero espíritu de fortaleza y paciencia, afrontó las penalidades de la vida… Así nosotros hemos de guardar paciencia en las dificultades y ejercer la fortaleza ante la calamidad.
María entendió hasta su máxima consecuencia aquellas palabras de Jesús: “Si quieres ser perfecto, vende lo que tienes y sígueme” (Lc 19,21). María se entregó sin reservas al plan de Dios, y su pobreza la hizo plenamente rica (Lc 1,48)… Su ejemplo de vida nos llama a no guardar demasiado afecto a las cosas temporales, con el objetivo de hacernos más...
La esperanza es una virtud sobrenatural que Dios infunde en el alma del cristiano para que confiemos en el auxilio del cielo. Es una virtud que puso en práctica la Madre de Dios (Eclo 24,24). Por eso, debemos alimentarnos siempre de esperanza, cuyo fundamento es la bondad divina. Esta firme y generosa esperanza debe servirnos de ejemplo en todas la...
María es un modelo de numerosas virtudes, entre ellas: Humildad y Pureza: Era modesta y virtuosa, viviendo una vida dedicada a Dios. Decisión y Valentía: Enfrentó los desafíos con determinación, como la anunciación y el nacimiento de Jesús. Silencio y Reflexión: Sabía cuándo callar y meditar profundamente, buscando la comprensión.
- Humildad. Humildad: Lucas 1:38: «He aquí que la servidora del Señor; hágase en mí según tu palabra.» La humildad es una de las virtudes más destacadas de la Virgen María.
- Fe. Fe: Lucas 1:45: «Porque he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.» La fe es una de las virtudes más importantes de la Virgen María.
- Amor. Amor: Juan 19:26-27: «Cuando Jesús vio a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he aquí tu hijo. Después dijo al discípulo: He aquí tu madre.»
- Obediencia. Obediencia: Lucas 1:38: «He aquí que la servidora del Señor; hágase en mí según tu palabra.» La obediencia también es una de las virtudes de la Virgen María.
11 de abr. de 2017 · Vida cristiana. María: Una vida de fe, obediencia, y humildad. 11 Abril, 2017 | Chárbela El Hage de Salcedo. 00:00. “¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres”, fueron las palabras pronunciadas por el ángel Gabriel en su encuentro con María, la madre de Jesús.
¿Quién fue María, la madre de Jesús? María no fue el ser divino, sereno y angelical o místico que a menudo se ilustra en el arte medieval. En cambio, era en muchos sentidos como el resto de nosotros: una pecadora que necesitaba un Salvador y anticipaba su llegada.
