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  1. El palacio del Buen Retiro de Madrid fue un conjunto arquitectónico de grandes dimensiones diseñado por el arquitecto Alonso Carbonel (h. 1590-1660) y construido por orden de Felipe IV de España en la década de 1630 como segunda residencia y lugar de recreo (de ahí su nombre).

  2. Como dicen Elliott y Brown, el palacio del Buen Retiro fue un palacio para el rey. Exactamente para Felipe IV , a quien su valido el Conde Duque de Olivares ofreció un lugar de descanso y retiro. Quizá para que en él olvidara el declive del Imperio español.

  3. Enciclopedia > Voz. Buen Retiro, El. Mercedes Simal López. Comenzado a construir en 1630, el palacio tuvo su origen en la orden dada por Felipe II a Luis de Vega de crear un cuarto real en torno a la iglesia de San Jerónimo, al que el monarca pudiera retirarse durante los periodos de cuaresma, penitencia o luto.

  4. El Palacio del Buen Retiro en 1636–1637; dibujo del siglo XVII. El Casón del Buen Retiro. Como varios de los miembros más eminentes de la nobleza residían en la zona cercana al Monasterio de los Jerónimos (en la zona del Paseo del Prado ), el emplazamiento del nuevo Palacio era justificado.

  5. El Palacio del Buen Retiro fue un conjunto arquitectónico de grandes dimensiones diseñado por el arquitecto Alonso Carbonell (h. 1590-1660) y construido por orden de Felipe IV como segunda residencia y lugar de recreo (de ahí su nombre). Se edificó en lo que entonces era el límite oriental de la ciudad de Madrid.

  6. 4 de dic. de 2023 · 4 diciembre 2023. El madrileño Palacio del Buen Retiro fue construido hacia 1630, en los inicios del reinado de Felipe IV (1621-1665). Situado en el que era el límite oriental de Madrid, fue concebido como lugar de recreo, como su propio nombre indica, un enclave donde el monarca pudiera desviar sus preocupaciones.

  7. El edificio, iniciado como una tímida remodelación del Cuarto Real de San Jerónimo, acabó siendo un gran conjunto palaciego, con jardines extensos salpicados de ermitas y con un estanque capaz de albergar batallas navales fingidas. Hoy, aún podemos admirar una buena parte de los mismos: el parque del Retiro de Madrid.