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  1. Era el quinto hijo del príncipe Eugenio Mauricio de Saboya-Carignano, conde de Soissons, general y gobernador de Luis XIV, y de Olympia Mancini, así como sobrino segundo del cardenal Mazarino. En la época se rumoreaba que Olympia había sido realmente embarazada por el rey francés.

  2. Sus hijos fueron: Luis Tomás (1657-1702), conde de Soissons. abuelo de Eugenio Juan de Saboya. Felipe (1659-1693), abad. Luis Julio (1660-1683), asesinado en la batalla de Petronell en contra de los turcos otomanos. Manuel Filiberto (1662-1676), conde de Dreux. Eugenio (1663-1736), general en el ejército imperial.

  3. 8 de oct. de 2017 · La desaparición inesperada de José I sin hijos seis años después de su ascenso al trono dio un giro radical a la guerra de Sucesión, puesto que el archiduque Carlos, pretendiente a la Corona ...

  4. Sus hijos fueron: Luis Tomás (1657-1702), conde de Soissons. abuelo de Eugenio Juan de Saboya. Felipe (1659-1693), abad. Luis Julio (1660-1683), asesinado en la batalla de Petronell en contra de los turcos otomanos. Manuel Filiberto (1662-1676), conde de Dreux. Eugenio (1663-1736), general en el ejército imperial.

  5. Su abuelo, Tomás Francisco, fundador de la línea Carignano de la Casa de Saboya, era hijo de Catalina Miguela de España, hija de Felipe II de España, y bisnieto del emperador Carlos V. Pero de consecuencias más inmediatas para Leopoldo I fue el hecho de que Eugenio era primo segundo de Víctor Amadeo, el duque de Saboya, una conexión que ...

  6. Entre sus hijos destaca, Eugenio Mauricio, que recibió el título de conde de Soissons de su madre, y que será el padre del famoso general Eugenio de Saboya. La continuación de la rama Saboya-Carignano, no obstante, será asegurada por el primogénito Manuel Filiberto.

  7. 2 de oct. de 2013 · era sobrina del cardenal Mazarino, uno de los hombres más poderosos de Francia tras suceder a Richelieu como primer ministro a la muerte de éste. Olimpia fue también, se dice, amante de Luis XIV. Pese a su situación privilegia­da, la infancia de Eugenio no sería especialme­nte feliz.