Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. 2 de ago. de 2021 · El Templo Mayor se convirtió en una escena de terror: con ríos de sangre y cuerpos desmembrados, Pedro de Alvarado convirtió una celebración mexica en una masacre. Publicado por. Alejandro I. López Editor digital. Creado: 02.08.2021 | 15:44.

    • Editor Digital
  2. Como consecuencia, al enterarse del terrible suceso, los mexicas se levantaron en armas y atacaron a los españoles. Quienes sobrevivieron, entre ellos Pedro de Alvarado, se escondieron en el palacio de Axayácatl hasta que Cortés regresó. Después ocurrió el asesinato de Moctezuma, la batalla de la Noche Triste y la eventual caída del imperio mexica.

  3. Su nombre remite directamente a la llamada Noche Triste en 1520, en la que los mexicas por poco destruyen al ejército español en Tenochtitlan, tras un enfrentamiento ocasionado por una matanza ordenada por Alvarado, quien argumentaba que los mexicas preparaban una emboscada a los suyos.

  4. Alvarado, a quienes los mexicas llamaban Tonatiuh (dios del sol en dialecto náhuatl), fue sin embargo perdonado por Cortés, incluso cuando estuvo a punto de echar a perder la conquista de la gran Tenochtitlán. Ganó el perdón a fuerza de batallar titánicamente en la cruel batalla de Otumba.

  5. Ante la negativa del tlatoani mexica de impedir la colocación de la estatua de Huitzilopochtli arriba del Templo Mayor, Alvarado le respondió que “no lo había de consentir” y con sus hombres se dirigieron a dicho lugar en donde los mexicas los atacaron: “me hirieron malamente y me mataron un español”.

  6. El responsable de la masacre fue Pedro de Alvaradoapodado Tonatiuh, El Sol por los mexicas—, [1] ya que había pensado que se trataba de una trampa de parte de los mexicas. Estaba a cargo de las tropas españolas ya que Hernán Cortés se encontraba en las costas del Golfo de México combatiendo a Pánfilo Narváez que zarpó ...

  7. El asedio continuó con el último reducto mexica: Tlatelolco. Los españoles atacaron la ciudad desde tres frentes: uno a cargo de Hernán Cortés, otro dirigido por Sandoval y el último por Pedro de Alvarado. De esta manera fueron ganando los puentes y albarradas que comunicaban y protegían la ciudad.