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  1. [Cuento - Texto completo.] Edgar Allan Poe. ¡Es cierto! Siempre he sido nervioso, muy nervioso, terriblemente nervioso. ¿Pero por qué afirman ustedes que estoy loco? La enfermedad había agudizado mis sentidos, en vez de destruirlos o embotarlos. Y mi oído era el más agudo de todos. Oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo.

  2. EL CORAZON DELATOR. ¡Es verdad! Soy nervioso, terriblemente nervioso. Siempre lo he sido y lo soy, pero, ¿podría decirse que estoy loco? La enfermedad había agudizado mis sentidos, no los había destruido ni apagado. Sobre todo, tenía el sentido del oído agudo. Oía todo sobre el cielo y la tierra. Oía muchas cosas del infierno.

  3. EL CORAZÓN DELATOR EDGAR ALLAN POE ¡Es verdad! Soy muy nervioso, horrorosamente nervioso, siempre lo fui, pero, ¿por qué pretendéis que esté loco? La enfermedad ha aguzado mis sentidos, sin...

  4. El corazon delator. ¡Credme! Yo soy muy nervioso, espantosamente nervioso, siempre lo he sido. Mas ¿por qué os empeñáis en que estoy loco? La enfermedad ha dado mayor perspicacia á mis sentidos: no los ha destruido ni embotado.

  5. lenguayliteanaozores.files.wordpress.com › 2020 › 10El Corazón Delator

    El Corazón Delator. Edgar Allan Poe. ¡ES VERDAD! nervioso, muy, muy terriblemente nervioso yo había sido y soy; ¿pero por qué dirán ustedes que soy loco? La enfermedad había aguzado mis sentidos, no destruido, no entorpecido. Sobre todo estaba la penetrante capacidad de oír. Yo oí todas las cosas en el cielo y en la tierra.

  6. 26 de abr. de 2015 · Oía todo lo que puede oírse en la tierra y en el cielo. Muchas cosas oí en el infierno. ¿Cómo puedo estar loco, entonces? Escuchen… y observen con cuánta cordura, con cuánta tranquilidad les cuento mi historia. e-Readers PDF Envía a tu kindle Leer online.

  7. 1. mis sentidos, sin destruirlos ni embotarlos. 2. Tenía el oído muy fino; ninguno le igualaba; he escuchado todas las cosas del cielo y de la tierra, y no pocas del infierno. ¿Cómo he de estar loco? ¡Atención! Ahora veréis con qué sano juicio y con qué calma puedo referirles toda la historia.