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Su viaje a París en mayo de 1588 fue un claro desafío a la autoridad regia; de hecho, cuando el Rey intentó tomar el control militar de su capital, una sublevación de las milicias urbanas le forzó a huir de la ciudad (Jornada de las Barricadas, 12 de mayo de 1588).
Enrique I de Guisa (Llamado le Balafré -Caracortada-; ?, 1550 - Blois, Francia, 1588) Duque de Guisa. A la muerte del cardenal de Lorena se convirtió en el líder de la facción ultracatólica de la corte francesa, a la que organizó en la llamada Santa Unión, o Liga, en 1576.
Enrique I de Guisa (31 de enero de 1550 – Blois, 23 de diciembre de 1588), III duque de Guisa, fue un noble francés que mandó matar a Coligny por orden de Catalina de Médicis porque estaba acercándose demasiado a Carlos IX. También fue el que encabezó el partido católico durante las guerras de religión de Francia.
Enrique I de Lorena, tercer duque de Guisa. Enrique de Lorena fue sin duda uno de los personajes más destacados de la familia, debido a su participación en las Guerras de Religión y sobre todo en la denominada Guerra de los Tres Enriques. Nació el 31 de diciembre de 1550.
El tío-abuelo del Cadete, también Enrique de Guisa (1550-1588) —y llamado por sus enemigos, "le Balafré" (el Apuñalado)—, había sido el jefe político del partido nobiliario católico (y, por lo tanto, el principal rival de Enrique de Borbón, el líder de la facción nobiliaria protestante).
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En 1588, un intento del monarca de recobrar su independencia trayendo tropas mesnaderas fue fallido a través de una sublevación del pueblo en París, orquestada por el embajador español Mendoza y exactamente el mismo duque de Guisa en el llamado «día de las barricadas».
En la mañana del 23 de diciembre de 1588, Enrique de Lorena, tercer duque de Guisa, es convocado por el rey Enrique III a su gabinete del castillo de Blois. Allí cae apuñalado por los «Cuarenta y Cinco», los gascones de la guardia personal del rey.
