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Ven, Rafael Alberti: Poema original. Acompañe la lectura del poema en audio. Ven, mi amor, en la tarde de Aniene 1. y siéntate conmigo a ver el viento. 2. Aunque no estés, mi solo pensamiento 3. es ver contigo el viento que va y viene. 4. Tú no te vas, porque mi amor te tiene. 5. Yo no me iré, pues junto a ti me siento 6.
Ven, mi amor, en la tarde de Aniene. y siéntate conmigo a ver el viento. Aunque no estés, mi solo pensamiento. es ver contigo el viento que va y viene. Tú no te vas, porque mi amor te tiene. Yo no me iré, pues junto a ti me siento. más vida de mi sangre, más tu aliento, más luz del corazón que me sostiene. Tú no te irás, mi amor, aunque lo quieras.
Rafael Alberti. Ven, mi amor, en la tarde de Aniene. y siéntate conmigo a ver el viento. Aunque no estés, mi solo pensamiento. es ver contigo el viento que va y viene. Tú no te vas, porque mi amor te tiene. Yo no me iré, pues junto a ti me siento. más vida de mi sangre, más tu aliento, más luz del corazón que me sostiene.
Ven. [Poema - Texto completo.] Rafael Alberti. Ven, mi amor, en la tarde de Aniene. y siéntate conmigo a ver el viento. Aunque no estés, mi solo pensamiento. es ver contigo el viento que va y viene. Tú no te vas, porque mi amor te tiene. Yo no me iré, pues junto a ti me siento.
Flotadora va en el viento: la sonrisa amortajada: de su rostro. ¡Qué lamento: el de la noche cerrada!
Rafael Alberti. Ven, mi amor, en la tarde de Aniene. y siéntate conmigo a ver el viento. Aunque no estés, mi solo pensamiento. es ver contigo el viento que va y viene. Tú no te vas, porque mi amor te tiene. Yo no me iré, pues junto a ti me siento. más vida de mi sangre, más tu aliento, más luz del corazón que me sostiene.
Multiplicando pasas en los vientos, en la fuga del tren y los tranvías. No en ti muere el relámpago que piensas, sino a un millón de lunas de tus labios. Yo nací -¡respetadme!- con el cine. Bajo una red de cables y de aviones. Cuando abolidas fueron las carrozas. de los reyes y al auto subió el Papa.
