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Acabada la guerra, empezaba la difícil y compleja reconstrucción. Hiroshima y Nagasaki en Asia, Stalingrado, Dresde y Varsovia en Europa, se convirtieron en símbolos de destrucción. Cada una de ellas se enfrentó al futuro de una manera muy diferente.
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la reconstrucción de edificios ha sido objeto de controversia, especialmente en las ciudades más castigadas por la guerra.
- Colonia. A consecuencia de los bombardeos de los aliados en los últimos estertores de la Segunda Guerra Mundial, el centro de Colonia quedó completamente arrasado.
- Budapest. Primero ocupada por los nazis tras la invasión de Hungría, posteriormente sitiada y tomada por el Ejército Rojo en plena contraofensiva para llegar a Berlín, Budapest fue el escenario de encarnizadas batallas que demolieron por completo los cimientos de la ciudad.
- Gernika. El 26 de abril de 1937 Gernika fue reducida a cenizas por la Legión Cóndor del Ejército alemán y las fuerzas aéreas del Ejército italiano. La operación fue planeada por los golpistas sublevados durante la Guerra Civil española.
- Dresde. Los bombardeos aliados causaron verdaderos estragos en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Uno de los más polémicos, criticados y bestiales llevados a cabo por las fuerzas aliadas tuvo lugar en Dresde.
12 de sept. de 2023 · Después de la Segunda Guerra Mundial, toda la estructura urbana, la arquitectura y el estado social y económico de Varsovia tuvieron que ser reconstruidos desde cero.
Las ciudades son entornos resilientes, capaces de renacer literalmente de sus cenizas y escombros. Como la historia de la humanidad es un ejemplo tras otro de conflictos bélicos, hay numerosos ejemplos de ciudades que se han reconstruido después de una guerra, algunas prácticamente en su totalidad.
A partir del final de la segunda guerra mundial se presentan a los arquitectos tareas de la máxima envergadura: la reconstrucción de las ciudades europeas europeas destruidas, la creación de centros culturales y comerciales en las grandes urbes norteamericanas, la fundación de nuevas capitales en Asia (Chandigard) y en Suramérica (Brasilia).
Tras la Guerra, los propios polacos llevaron a cabo una campaña de reconstrucción meticulosa, que duró casi 40 años, basada en documentos de archivo y en la pericia de historiadores de arte, arquitectos y conservadores locales para devolver a la ciudad toda la gloria de antes del conflicto.