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  1. Dom Manuel II (15 de noviembre de 1889 - 2 de julio de 1932), " el Patriota " (portugués: "o Patriota") o " el desafortunado " ( "o Desventurado" ), fue el último rey de Portugal, ascendiendo al trono después el asesinato de su padre, el Rey Carlos I, y de su hermano mayor, Luís Filipe, el Príncipe Real. Antes de ascender al trono ...

  2. El rey Carlos I de Portugal muere de un tiro en Lisboa en 1908. El 1 de febrero de 1908 mueren el rey y su heredero en un atentado en la Praça do Comércio de Lisboa. El fin de la monarquía. Manuel II (1889-1932), el hijo pequeño del rey asesinado, asciende al trono con 18 años. Sería el último rey de Portugal.

  3. Manuel II de Portugal, apodado O Patriota y O Desventurado ( Lisboa, 15 de noviembre de 1889- Twickenham, 2 de julio de 1932), fue el último rey de Portugal entre 1908 y 1910. Datos rápidos Rey de Portugal, Predecesor ... Manuel II de Portugal. Rey de Portugal y Algarves.

  4. 1325 - Alfonso IV: Ordena las primeras expediciones portuguesas y destina fondos a aumentar la flota comercial, Batalla del río Salado. 1357 - Pedro I: reformas para liberarse de la intervención de la Iglesia, con Teresa Gille Lourenço tendría a Juan, futuro rey de Portugal. 1367 - Fernando I: alianza con la nobleza gallega, Guerras ...

  5. Pedro V (1837-1861) Luis I (1838-1889) Carlos I (1863-1908) Manuel II (1889-1932) Manuel II gobernó Portugal desde 1908 hasta 1910 y fue el último rey de Portugal. La revolución lo obligó a exiliarse en Inglaterra. Está enterrado en el monasterio de São Vicente de Fora en Lisboa.

  6. 8 de feb. de 2014 · Fue apodado el Patriota y también el rey perdido, fue el último rey de la historia de Portugal y su reino duró del año 1908 al 1910, tan sólo dos años. Tras su brevísimo mandato, en 1910 se proclama la República de Portugal. Pertenecía a la dinastía de Braganza, y era el segundo hijo de Carlos I de Portugal y de Amelia de Orleáns.

  7. En 1583, Felipe II fue aclamado rey de Portugal en una ceremonia formal en Lisboa. El trono ya estaba vacío desde la muerte de Sebastián, y la elección de Felipe II para ocuparlo fue bien recibida por los ciudadanos de Portugal. Su llegada al trono acabó con la anarquía política que había seguido a la muerte de Sebastián.