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Barbara Villiers (*noviembre de 1641-†9 de octubre de 1709), primera duquesa de Cleveland y amante del rey Carlos II de Inglaterra, más conocida por su título de condesa de Castlemaine . Infancia. Hija única del noble caballero Williams Villiers (2º Vizconde de Grandison) y de la noble dama Mary Bayning.
Barbara Palmer, 1st Duchess of Cleveland, Countess of Castlemaine (née Barbara Villiers / ˈ v ɪ l ər z / VIL-ərz; 27 November [O.S. 17 November] 1640 – 9 October 1709), was an English royal mistress of the Villiers family and perhaps the most notorious of the many mistresses of King Charles II of England, by whom she had five children ...
15 de jul. de 2011 · Bárbara Villiers nació en Inglaterra el 27 de noviembre de 1640. La única hija del vizconde de Grandison, William Villiers, y Mary Bayning, estaba destinada a tener un futuro prometedor. Pero era aun un bebé cuando su padre murió en una de las batallas en defensa del malogrado rey Carlos I. La súbita desaparición del vizconde dejó a ...
Barbara Villiers, Duchess of Cleveland (born autumn 1641, London, England—died October 9, 1709, Chiswick, Middlesex) was a favourite mistress of the English king Charles II; she bore several of his illegitimate children. According to the diarist Samuel Pepys, she was a woman of exceptional beauty, but others commented on her crude mannerisms.
Barbara Villiers (*noviembre de 1641-†9 de octubre de 1709), primera duquesa de Cleveland y amante del rey Carlos II de Inglaterra, más conocida por su título de condesa de Castlemaine. Quick facts: Barbara Villiers, Información personal, Nacim...
Barbara Palmer, primera duquesa de Cleveland, condesa de Castlemaine (de soltera Barbara Villiers , 27 de noviembre [ OS 17 de noviembre] 1640 [1] - 9 de octubre de 1709), fue una amante real inglesa de la familia Villiers y quizás la más notoria de las muchas amantes del rey Carlos II de Inglaterra , con quien tuvo cinco hijos, todos ellos ...
Barbara Villiers, Lady Castlemaine, was the favourite mistress of King Charles II…. To the writer and diarist John Evelyn, she was ‘the curse of the nation’. To the Bishop of Salisbury, she was ‘a woman of great beauty, enormously vivacious and ravenous; foolish but imperious’. To the Chancellor of England, she was ‘that lady’.
