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Catalina Howard es una joven de extraordinaria belleza, de baja extracción, ligera y superficial, mal educada y cuya imaginación mal dirigida se alimenta de sueños dorados y de ilusiones de grandeza y poder superiores a su esfera. La ambición es su pasión dominante: las demás no deben ser en ella sino instrumentos, medios de triunfo.
Catalina Howard es una creación singular. Su objeto es pintar una pasión, pasión terrible cuando se arraiga, sobre todo en una mujer, y doblemente terrible si los principios religiosos y morales han sido descuidados en ella por la educación. Alejandro Dumas ha creído buenos todos los medios para llegar a su fin, y se ha valido en esta ...
21 de may. de 2015 · A su disgusto por su nueva esposa se unió el interés que despertó una de sus damas de compañía, Catalina Howard, quien poco tiempo después se convertiría en su quinta esposa. Enrique, incapaz de continuar con su cuarto matrimonio, propuso a Ana su anulación.
29 de dic. de 2023 · 5. Nombre: Catalina Howard. Fin matrimonio: Decapitada. Catalina Howard. La seductora Catherine (Catalina) Howard (c1522-1542) se convirtió, en julio de 1540, en la quinta de las esposas de Enrique VIII. Enrique contaba con casi 50 años, mientras que la joven dama de compañía de Anne de Cléveris tenía apenas 20 años.
12 de feb. de 2020 · Su quinta esposa, Catalina Howard, tenía dieciocho años cuando casó en 1540 con el rey que, en ese momento, ya alcanzaba casi los 50. De todas maneras, a pesar de la edad, educada por su abuela, que regentaba una casa de huéspedes y recibía a numerosos visitantes, Catalina pronto se había visto envuelta en los enredos amorosos existentes en la casa.
Desde la regia y capaz Catalina de Aragón hasta la paciente y generosa Catalina Parr, las esposas de Enrique representaron una gama de personalidades, objetivos, creencias e influencias para el rey. Cada una de las seis esposas de Enrique simbolizaba una faceta del propio rey, le gustara o no admitirlo.
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Catalina Parr Aunque simpatizaba con el luteranismo, Catalina Parr logró eludir las acusaciones al respecto declarando que en materia religiosa no tenía más opinión que la de su esposo. Mucho más joven que el monarca, y dotada de considerable cultura, inteligencia y sensatez, proporcionó una tranquila vejez a Enrique VIII, que fallecería en 1547, cuatro años después del enlace.
