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Cien sonetos de amor. A ti te hiere aquel que quiso hacerme daño, y el golpe del veneno contra mí dirigido. como por una red pasa entre mis trabajos. y en ti deja una mancha de óxido y desvelo. No quiero ver, amor, en la luna florida. de tu frente cruzar el odio que me acecha. No quiero que en tu sueño deje el rencor ajeno.
Soneto XXV. Antes de amarte, amor, nada era mío: vacilé por las calles y las cosas: nada contaba ni tenía nombre: el mundo era del aire que esperaba. Yo conocí salones cenicientos, túneles habitados por la luna, hangares crueles que se despedían, preguntas que insistían en la arena.
Cien sonetos de amor Pasta blanda – Print, 31 enero 2015. Cien sonetos de amor. Pasta blanda – Print, 31 enero 2015. por Pablo Neruda (Autor) 4.7 142 calificaciones. Ver todos los formatos y ediciones. Hasta 24 meses de $11.02 con costo de financiamiento Ver más opciones.
Los Cien Sonetos de Amor de Pablo Neruda son una obra literaria que ha cautivado a lectores de todo el mundo desde su publicación en 1959. En este artículo, realizaremos un análisis literario completo de esta colección de poemas, explorando los temas, la estructura y el estilo de Neruda. Descubriremos cómo el poeta chileno utiliza el ...
Cien sonetos de amor. Recordarás aquella quebrada caprichosa. a donde los aromas palpitantes treparon, de cuando en cuando un pájaro vestido. con agua y lentitud: traje de invierno. Recordarás los dones de la tierra: irascible fragancia, barro de oro, hierbas del matorral, locas raíces, sortílegas espinas como espadas.
Cien sonetos de amor. Matilde, nombre de planta o piedra o vino... Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso.. Áspero amor, violeta, coronada de espinas... Recordarás aquella quebrada caprichosa... No te toque la noche ni el aire ni la aurora... En los bosques, perdido, corté una rama oscura... "Vendrás conmigo" -dije sin que nadie ...
Cien sonetos de amor. (1960) contra el espeso muro de las hojas mojadas. que sombra y piedras frías sin cesar arrastrara. con una sola puerta cerrada por la sombra. a la circulación de la noche en el cielo. que nadie espere tregua de mi sangre o mi canto. Pero a tu amor no puedo renunciar sin morirme.
