Los Condados de Inglaterra (counties en inglés), son las regiones político-administrativas en las que está dividida Inglaterra. Cada una de ellas está gobernada por un Lord-Lieutenant (lugarteniente) representante de la reina en la región. Excepto Huntingdonshire y Yorkshire, todos son condados administrativos.
Aunque los condados eran relativamente poco importantes en Nueva Inglaterra, Pensilvania y Nueva York delegaron una cantidad significativa de poder y responsabilidad del gobierno estatal en los gobiernos de los condados, estableciendo así el modelo que de forma más habitual permanece en la mayor parte de los estados en la actualidad.