Cristián II de Dinamarca fue el último rey de la Unión de Kalmar. [8] Sucedió a su padre en el gobierno de Dinamarca, Noruega y Holstein-Schleswig, no sin controversia, pues los nobles daneses quisieron dar la corona a su tío, hermano del anterior rey, Federico, pero su férreo gobierno como correy de Noruega durante el reinado de su padre le valió el reconocimiento como rey.
Las regiones de Dinamarca, Noruega e Islandia gobernadas por el rey Cristián III de Dinamarca fueron convertidas al luteranismo en 1537. El obispo Jón Arason de Hólar (Islandia) se mantuvo leal a la iglesia católica y el papa Paulo III animó su lucha contra el rey Cristián III mediante cartas e incluso regalos. [14]