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  1. El Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico poseyó una amplia variedad de títulos a lo largo de su dilatada historia. También se le conoce como sacro emperador o emperador romano-germánico (en alemán : Römisch-deutscher Kaiser ), aunque estos en realidad adoptaron —al menos en un inicio— el título de Emperador de Romanos (en latín : Imperator Romanorum ). [ 1 ]

  2. Príncipe elector. La birreta germánica era el símbolo de los electores del Imperio. Los siete electores de Enrique VII del Sacro Imperio Romano Germánico, miniatura del Codex Balduineus. El príncipe elector o príncipe electoral (en alemán: Kurfürst) era un miembro del colegio electoral que tenía la función de elegir a los emperadores ...

  3. Enrique VII puede referirse a: Enrique VII (1457–1509), rey de Inglaterra. Enrique VII (1275–1313), emperador del Sacro Imperio Romano Germánico; Enrique VII (1211-1242), rey de Romanos. Categoría: Wikipedia:Desambiguación.

  4. El acendrado sentimiento francófobo de sus súbditos le impondría, sin embargo, una esporádica participación en la lucha de Bretaña y el Sacro Imperio Romano Germánico contra Carlos VIII de Francia. Poco después, por el Tratado de Étaples (noviembre de 1492), Enrique VII acordaba la paz con su adversario.

  5. Carlos V (24 de febrero de 1500 - 21 de septiembre de 1558) fue emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y archiduque de Austria de 1519 a 1556, rey de España (Castilla y Aragón) de 1516 a 1556 y señor de los Países Bajos como duque titular de Borgoña de 1506 a 1555. Fue heredero y luego jefe de la naciente Casa de los Habsburgo ...

  6. Enrique I fue sucedido por su hijo Otón I, que fue elegido rey de Germania en el 936. Su posterior coronación como emperador por el papa Juan XII, en el 962, marcó la fundación del Sacro Imperio Romano Germánico. Características. Las principales características del Sacro Imperio fueron las siguientes:

  7. 22 de jun. de 2021 · En el 1076, el papa Gregorio VII (r. 1073-1085) excomulgó a Enrique IV, emperador del Sacro Imperio Romano (r. 1084-1105), tras su disputa sobre quién podía nombrar al obispo de Milán. Podía parecer una acción desproporcionada para una discusión menor, pero el derecho a investir a los obispos dentro del imperio, con los símbolos de su cargo, era muy importante para su autoridad.