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  1. Después de iniciar el análisis métrico del poema “La aurora” de García Lorca, observamos que no se somete a ningún esquema estrófico. Esto es, no tiene ni rima ni medida isosilábica. Por tanto, sin necesidad de proseguir la escansión de los versos, sabemos que se trata de una poesía de verso libre.

  2. Poemario escrito por Federico García Lorca entre 1929 y 1930 durante su estancia en la Universidad de Columbia (Nueva York), así como en su siguiente viaje a Cuba, y publicado por primera vez en 1940, cuatro años después de la muerte del poeta. García Lorca dejó España en 1929 para impartir unas conferencias en Cuba y Nueva York.

  3. New York de Federico García Lorca Debajo de las multiplicaciones hay una gota de sangre de pato. Debajo de las divisiones hay una gota de sangre de marinero. Debajo de las sumas, un río de sangre tierna; un río que viene cantando por los dormitorios de los arrabales, y es plata, cemento o brisa en el alba mentida de New York.

  4. Federico García Lorca. Calles y sueños: Panorama ciego de Nueva York. A Rafael R. Rapún. Si no son los pájaros. cubiertos de ceniza,

  5. Federico Augusto Boyd López nació en la Ciudad de Panamá en la década de 1850, específicamente el 24 de septiembre de 1851, cuando el istmo aún estaba unido a la República de la Nueva Granada. Hijo de María López de Boyd y Archibaldo Boyd, Federico se consagró a temprana edad al mundo de los negocios en los que, gracias a su dinamismo, honradez y capacidad para los mismos, logró ...

  6. New York. de Federico García Lorca. Debajo de las multiplicaciones hay una gota de sangre de pato. Debajo de las divisiones hay una gota de sangre de marinero. Debajo de las sumas, un río de sangre tierna; un río que viene cantando por los dormitorios de los arrabales, y es plata, cemento o brisa en el alba mentida de New York. Existen las ...

  7. Federico García Lorca. hay una gota de sangre de pato. hay una gota de sangre de marinero. en el alba mentida de New York. Existen las montañas, lo sé. lo sé. Pero yo no he venido a ver el cielo. y el espíritu a la lengua de la cobra. que dejan los cielos hechos añicos.