Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. Federico, duque de York y Albany (Londres, 16 de agosto de 1763-Londres, 5 de enero de 1827) fue príncipe del Reino Unido y segundo hijo del rey Jorge III y de Carlota de Mecklemburgo-Strelitz. Desde 1820, fue el heredero presuntivo de su hermano mayor, el rey Jorge IV .

  2. Federico, duque de York y Albany ( Londres, 16 de agosto de 1763- Londres, 5 de enero de 1827) fue príncipe del Reino Unido y segundo hijo del rey Jorge III y de Carlota de Mecklemburgo-Strelitz. Desde 1820, fue el heredero presuntivo de su hermano mayor, el rey Jorge IV.

  3. Poeta en Nueva York. Federico García Lorca. A Bebé y Carlos Morla. Los poemas de este libro están escritos en la ciudad de Nueva York el año 1929-1930, en que el poeta vivió como estudiante en Columbia University. F. G. L.

  4. Sobre Poeta enNueva York DE Federico García Lorca Introducción •'n laconferencia-recitalsobrePoetaenNuevaYork, Federico García Lorca aclara lo siguiente: "He dicho (un poeta en Nueva York) y he debido decir (Nueva York en un poeta). Un poeta que soy yo" (GarcíaLorca, 1997:163). Esta frase, aparentemente sin importancia, ofreceuna clave ...

    • Ryukichi Terao
    • 2001
  5. Poeta en Nueva York. I. Poemas de la soledad en Columbia University. Vuelta de paseo. 1910. Fábula y rueda de los tres amigos. Tu infancia en Menton. II. Los negros. Norma y paraíso de los negros. Oda al rey de Harlem. Iglesia abandonada. III. Calles y sueños. Danza de la muerte. Paisaje de la multitud que vomita. Paisaje de la multitud que ...

  6. La aurora, Federico García Lorca: Poema original. ¿Cuándo? Publicado en 1940, en el libro Poeta en Nueva York . Acompañe la lectura del poema en audio. La aurora de Nueva York tiene 1. cuatro columnas de cieno 2. y un huracán de negras palomas 3. que chapotean las aguas podridas. 4. La aurora de Nueva York gime 5. por las inmensas escaleras 6.

  7. No, por mis ojos no, que ahora me enseñas. cuatro ríos ceñidos en tu brazo, en la dura barraca donde la luna prisionera. devora a un marinero delante de los niños. Para ver que todo se ha ido. ¡amor inexpugnable, amor huido! No, no me des tu hueco, ¡que ya va por el aire el mío! ¡Ay de ti, ay de mí, de la brisa!