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Frente a este poderoso reino con su capital en León los musulmanes se presentaban divididos en una veintena de reinos taifas, frecuentemente hostiles entre sí, y de los cuales los más poderosos eran los de Zaragoza, Toledo, Badajoz, Sevilla y Granada.
En el siglo XI, por ejemplo, Alfonso VI de Castilla conquistó Toledo después de un asedio de varios meses. Los musulmanes perdieron la ciudad y fueron expulsados, pero algunos se quedaron y se convirtieron al cristianismo.
La conquista de Toledo a manos del reino de León fue un hecho que se produjo el 6 de mayo de 1085 bajo el gobierno de Alfonso VI, que desalojó de manera definitiva a las fuerzas musulmanas de Al-Qádir, emir de la Taifa de Toledo . Antecedentes. La Taifa de Toledo y la de Sevilla aspiraban a unir a sus dominios el resto de taifas.
- Victoria cristiana
- Toledo
La conquista de Toledo por Alfonso VI significó un importante golpe para los musulmanes, ya que la ciudad era un importante bastión estratégico en la defensa de Al-Ándalus. Además, la pérdida de Toledo debilitó la unidad entre los reinos musulmanes de la península ibérica.
En el año 1085, la ciudad de Toledo fue conquistada por el monarca Alfonso VI, rey de León y Castilla. Esta ciudad era de gran importancia estratégica y simbólica para los reinos cristianos de la península ibérica, ya que había sido la capital del reino visigodo y durante siglos fue controlada por los musulmanes.
La conquista de Toledo. En el año 1085, Alfonso VI de León y Castilla lanzó una campaña militar para sitiar y conquistar la ciudad de Toledo. Con la ayuda de tropas cristianas y mercenarios, el rey cristiano logró rodear la ciudad y cortar sus suministros, debilitando la resistencia de los musulmanes. El asedio de Toledo
Fue en el año 1085 cuando las tropas de Alfonso VI de Castilla tomaron Toledo y pusieron fin a la presencia musulmana. Esta victoria fue muy significativa para los cristianos, ya que Toledo era una ciudad clave en la lucha por la reconquista de España.
