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  1. 2 de may. de 2024 · La historia de Mérida, como capital de Yucatán, tiene varias etapas. Desde su fundación hasta la actualidad hay que reconocer que la ciudad no se construyó en un día. Edificios como la Catedral tardaron varios años en concluirse, y en el caso del Palacio de Gobierno, éste data del Porfiriato.

  2. 26 de abr. de 2024 · Inicio de la construcción de la Catedral. Hacia 1561 se inició la edificación de la catedral. El monasterio de las Monjas Concepcionistas fue inaugurado en 1596. Dos años más tarde funcionó la iglesia catedral, aunque le faltaba la torre norte.

  3. 21 de abr. de 2024 · El arzobispo Gustavo Rodríguez celebró la misa con los presbíteros Juan Pablo Moo Garrido, rector de la Catedral de Mérida, y Cristian Rolando Andrade Gutiérrez, director espiritual de la Adoración Nocturna Mexicana en Yucatán. Asistentes.

  4. 7 de may. de 2024 · Mérida se puede comprender por tres aspectos: la historia, el arte y la música y esto se puede encontrar adentrándose en sus museos: lugares que resguardan piezas valiosas para la cultura de la capital yucateca, Por Esto! recorrió los tres principales en el Centro Histórico de la ciudad. Emblemáticos museos de Mérida, Yucatán ...

  5. 7 de may. de 2024 · Así se veía el Centro de Mérida en 1910: FOTOS. Comparado con lo que era en 1910, Mérida ha cambiado principalmente en su arquitectura, ya que muchos edificios actuales son prácticamente nuevos, puesto que en dicha época no existían.

  6. 17 de abr. de 2024 · El obispo Pedro Mena dijo que el primer obispo que residió en la ciudad fue Francisco Toral, de origen franciscano y con quien se inició la construcción de la Catedral de Mérida; el proyecto fue de Andrés de Valdelvira. Conferencia magistral.

  7. 5 de may. de 2024 · Muchos descubren el amor de Dios en la contemplación de la naturaleza y del universo, pero por encima del amor de Dios probado en la creación, está el amor de Dios probado en la redención, porque: “El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados” (1 Jn 4, 10).