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  1. Charles Perrault es considerado uno de los padres de los cuentos de hadas modernos y sus historias han sido disfrutadas por generaciones de lectores de todo el mundo. Aquí encontrarás una selección de 12 cuentos de Perrault disponibles para descargar en formato PDF.

  2. bibliotecadigital.ilce.edu.mx › CuentosMas › CenicientaLa Cenicienta - ILCE

    Charles Perrault Había una vez un gentil hombre que se casó en segundas nupcias con una mujer, la más altanera y orgullosa que jamás se haya visto. Tenía dos hijas por el estilo y que se le parecían en todo. El marido, por su lado, tenía una hija, pero de una dulzura y bondad sin par; lo había heredado de su madre que era la mejor

  3. Charles Perrault . Traducción de Teodoro Baró . Érase un pobre leñador, tan cansado de su vida que, según se cuenta, tenía de morirse deseos, porque en ningún de los agradables que había alimentado se vio complacido. Cierto día fuese al bosque, y como era en él costumbre, comenzó a quejarse de su

  4. bibliotecadigital.ilce.edu.mx › CuentosMas › BarbaAzulBARBA AZUL - ILCE

    Charles Perrault. Había una vez un hombre que tenía hermosas casas en la ciudad y en el campo, vajilla de oro y plata, muebles forrados en finísimo brocado y carrozas todas doradas. Pero desgraciadamente, este hombre tenía la barba azul; esto le daba un aspecto tan feo y terrible que todas las mujeres y las jóvenes le temían.

  5. Charles Perrault . 1628 - 1703 . 1 . LA BELLA DURMIENTE DEL BOSQUE . Había una vez un rey y una reina que estaban tan afligidos por no tener hijos, que no hay palabras

  6. Charles Perrault ***** LA CENICIENTA Había una vez un gentilhombre que se casó en segundas nupcias con una mujer, la más altanera y orgullosa que jamás se haya visto. Tenía dos hijas por el estilo y que se le parecían en todo. El marido, por su lado, tenía una hija, pero de una dulzura y bondad sin par; lo

  7. CHARLES PERRAULT CAPERUCITA ROJA Había una vez una niñita pueblerina, la más bonita que se hubiera visto nunca; su madre estaba enloquecida con ella y su abuela más enloquecida aún. Esta buena mujer le había mandado hacer una caperucita roja y le sentaba tan bien que todos la llamaban Caperucita Roja.

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