Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. El 8 de junio de 1692 en Ciudad de México, entre las 4 y las 11 de la noche ocurrió un Motín de Pan. La ciudad se encontraba celebrando la tradicional fiesta de Corpus Christi, al mismo tiempo que experimentaba una tensión colectiva por la escasez de alimentos básicos como el maíz y el trigo.

  2. Fue la primera gran rebelión de los novohispanos, quienes emitieron frases que únicamente se reproducirían por una cantidad similar de gargantas hasta el movimiento insurgente que inició en 1810. La muchedumbre lanzó una lluvia de piedras sobre el actual Palacio Nacional, habitado en aquel entonces por la máxima autoridad: el virrey.

  3. México antiguo. El motín del 8 de junio de 1692. Entre meteorología, granos y política. Thomas Calvo. En junio de 1691, en el momento más frío y húmedo de la Pequeña Edad de Hielo, una serie de lluvias, junto con una plaga de chahuistle, acabaron con las cosechas de trigo en Nueva España.

  4. 26 de dic. de 2014 · En el motín de 1692 participaron principalmente los indígenas inconformes, particularmente los de Tlatelolco, que lanzaron piedras y prendieron fuego a las casas del cabildo, el palacio virreinal y los cajones de telas que había en la Plaza de Armas.

    • el motin de 16921
    • el motin de 16922
    • el motin de 16923
    • el motin de 16924
    • el motin de 16925
  5. El 8 de junio de 1692 en Ciudad de México, entre las 4 y las 11 de la noche ocurrió un motín de pan. 1 La ciudad se encontraba celebrando la tradicional fiesta de Corpus Christi, al mismo tiempo que experimentaba una tensión colectiva por la escasez de alimentos básicos como el maíz y el trigo.

  6. EL MOTÍN DE 1692 REVISADO: ¿UN GOLPE DE ESTADO CONTRA EL VIRREY CONDE DE GALVE? Patricio Hidalgo Nuchera (Universidad Autónoma de Madrid) Introducción En la tarde del domingo 8 de junio de 1692, infraoctava de la fiesta del Corpus Christi, mientras el virrey se hallaba en la iglesia de San Francisco y la

  7. Era el 8 de junio de 1692. El motín se había iniciado, pero su gravedad se hace ostensible a la ciudad toda con el incendio del palacio virreinal, de las casas del ayuntamiento, de la alhóndiga y de los cajones que había en la plaza mayor, así como por el desen-frenado saqueo y gritería de los indios que amenazaban con pie-dras y machetes.