En Perú, los jueces que tomaron la decisión estaban compuestos, entre otros, por Augusto Tamayo Vargas, Estuardo Núñez, Luis E. Valcárcel. A medida que avanzaban los capítulos de su novela, Arguedas los envió a Lima, su amigo el poeta Manuel Moreno Jimeno, en el intercambio de cartas entre los dos autores se detalla el trabajo de Arguedas.