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  1. Esta es una pequeña reseña sobre la historia bíblica de el rey David y Betsabé. Más abajo también encontrarás los versículos bíblicos que narran la historia para que los puedas leer y conocer más sobre esta historia y sus consecuencias para con el rey David delante de Dios.

  2. David y Betsabé. 11 En la primavera, que era la época en que los reyes salían de campaña, David mandó a Joab con la guardia real y todo el ejército de Israel para que aniquilara a los amonitas y sitiara la ciudad de Rabá. Pero David se quedó en Jerusalén.

  3. David se convierte en asesino. El rey David era un gran rey porque amaba amucho a Dios. Un día, sin embargo, David dejó de poner a Dios en primer lugar en su vida. Por el contrario, decidió acostarse con una mujer casada. Esto iba en contra de las leyes de Dios. La mujer se llamaba Betsabé.

  4. La historia de David y Betsabé nos enseña cuatro lecciones. En el relato de David y Betsabé encontramos muchas lecciones. Primero, se descubrirá el pecado. Segundo, Dios perdonará a cualquiera que se arrepienta. Tercero, las consecuencias del pecado permanecen incluso cuando el pecado es perdonado.

  5. El plan de David. Entonces, David ideó un plan para que pareciera que el esposo de Betsabé, Urías, era el padre del niño, y no David. El rey mandó a buscar a Urías de la guerra y lo envió a su casa para que Urías pudiera estar con su esposa Betsabé. De esta manera, todos pensarían que Betsabé tendría el hijo de Urías.

  6. 2 Samuel 11-24. Reina-Valera 1960. David y Betsabé. 11 Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén.

  7. 2 Samuel 11. Palabra de Dios para Todos. Pecado de David con Betsabé. 11 En la primavera, época en que los reyes salían en campaña militar, David envió a Joab, a sus oficiales y a todos los israelitas a destruir a los amonitas. El ejército de Joab también atacó a la capital, Rabá, pero David se quedó en Jerusalén.