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  1. Entre 10 a 15 millones de personas. El genocidio congoleño se refiere a una serie de bien documentadas atrocidades, cometidas en el período comprendido entre 1885 y 1908, en el Estado Libre del Congo (hoy República Democrática del Congo) que, en ese momento, era una colonia bajo el dominio personal del rey Leopoldo II de Bélgica.

  2. Leopoldo II de Bélgica. Pero Leopoldo II fue también un activo hombre de negocios, que simbolizó en su persona el éxito de la economía belga bajo su largo reinado. Su negocio más ambicioso fue la colonización del Congo, que acabó convirtiendo a la pequeña Bélgica en una potencia imperialista. Interesado por el continente africano ...

  3. 22 de dic. de 2018 · Leopoldo II, el rey belga que fue "dueño" de un trozo de África en el que se cometieron los peores abusos Fue el "propietario" de la única colonia privada del mundo, establecida en un ...

  4. El Estado Libre del Congo o Estado Independiente del Congo (en francés, État Indépendant du Congo) fue una colonia personal africana, gobernada por el rey Leopoldo II de Bélgica. El Estado Libre, cuyas fronteras coinciden con las de la actual República Democrática del Congo , fue administrado por el monarca entre 1885 y 1908, año en el que su territorio fue cedido a Bélgica .

  5. 22 de jul. de 2017 · Nuestro Leopoldo es en realidad, Léopold de Saxe-Cobourg et Gothase, Leopoldo II, rey de los belgas y soberano del Congo en el borde entre los siglos XIX y XX. Nadie puede atribuirle un número ...

  6. 29 de nov. de 2018 · Bélgica, luego de la muerte de Leopoldo II asumió el Congo como parte de sus colonias. El Congo solo conquistaría su independencia en junio de 1960. En enero de 1961, el líder de la lucha independentista, Patrice Lumumba, en su condición de primer ministro, fue preso y fusilado con el apoyo de las Fuerzas Armadas belgas.

  7. La vida en el Congo, mientras fue propiedad de Leopoldo II, estuvo marcada por el ejercicio de una de las explotaciones más sangrientas. Ya en 1890, el misionero estadounidense G.W. Williams hizo la primera denuncia sobre las monstruosidades de las que fue testigo, pero el escándalo tardaría diez años en estallar en Europa.