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9 de feb. de 2020 · Grandes frases célebres de Mary Shelley, autora de ‘Frankenstein’. Seguramente todos conocéis a esta autora o habéis leído alguna de sus obras, es por eso mismo que hemos querido rendir un pequeño homenaje a esta pionera de la novela gótica del siglo XIX. 1. El ángel caído se convierte en un malvado demonio.
- Psicólogo Social
- Si seres tan hermosos eran desdichados, no era de extrañar que yo, criatura imperfecta y solitaria, también lo fuera.
- Me vengaré de mis sufrimientos; si no puedo inspirar amor, desencadenaré el miedo.
- Apenas si podía soportar el cúmulo de pensamientos que se me agolpaban en la mente.
- Soy un malvado porque no soy feliz.
- Estamos ligados por vínculos tenues a la prosperidad o a la ruina.
- Amo la vida, pese a que no es más que un cúmulo de angustias, y la defenderé.
- Sentir amor por otro, me colocará en el engranaje de la existencia que llevan los demás, y de la que ahora estoy excluido.
- Te juro que hubiera preferido permanecer siempre en la ignorancia. Antes eso que descubrir la ingratitud y la depravación de una persona tan querida por mí.
Las mejores frases de Mary Shelley. 1. “Es justicia, no caridad lo que está deseando el mundo.” 2. “No deseo que las mujeres tengan más poder que los hombres, sino que tengan más poder sobre sí mismas.” 3. “Nada es tan doloroso para la mente humana como un gran y repentino cambio.” 4. “¡Cuán extraña es la naturaleza del saber!
100 Frases y Pensamientos Memorables de Mary Shelley. ¿Quién no ha oído hablar de Frankenstein? La emblemática novela que ha trascendido el tiempo y se ha convertido en un referente de la literatura gótica. Detrás de esta obra maestra se encuentra una talentosa escritora británica de nombre Mary Shelley.
Cuando la locura se reconoce, puede ser la fuerza detrás de innovaciones increíbles. Por lo tanto, esta frase nos recuerda la importancia de dar espacio a ideas poco convencionales, ya que a menudo conducen a avances extraordinarios. La belleza está en el interior, no en la apariencia. Mary Shelley.
30 de ago. de 2020 · Soy un malvado porque no soy feliz. Para aproximarse a la perfección, un hombre debería conservar siempre la calma y la tranquilidad del espíritu sin permitir jamás que ésta fuera turbada por una pasión o un deseo momentáneo. Esta muerte le acarreará la desesperación, y mil otras desgracias lo atormentarán y destrozarán.
