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  1. Algunas de sus pistas más importantes sobre la estructura del ADN fueron producto del trabajo de Rosalind Franklin, una química que trabaja en el laboratorio del físico Maurice Wilkins. Franklin era experta en una poderosa técnica para la determinación de la estructura de moléculas, conocida como cristalografía de rayos X .

  2. El año 1962 se entregó el Premio Nobel de Medicina a Francis Crick, James Watson y Maurice Wilkins y cito: “por sus descubrimientos en relación a la estructura molecular de los ácidos nucleicos y su importancia para la transferencia de información en material vivo”.

    • Juan Pablo Álvarez A.
    • 2015
  3. 9 de may. de 2014 · Era Maurice Wilkins, compañero, aunque no se llevaban bien, de Rosalind Franklin en el King’s College, y también estudioso de la estructura del ADN y buen amigo de Watson y Crick, quien les había invitado. En aquel seminario, Watson y Crick empezaron a conocer el trabajo de Rosalind Franklin y a utilizar sus datos. Fotografía ...

  4. 25 de mar. de 2024 · La técnica que permitió a Rosalind Franklin descifrar el ADN. Describir la estructura del ADN, de la insulina, de la penicilina o de la vitamina B12 fue posible gracias a la cristalografía, una técnica que ayuda a observar más allá de lo visible. Noelia Freire. Actualizado a 25 de marzo de 2024, 20:00. Guardar. Compartir. Foto: AgeFotoStock.

  5. Rosalind Elsie Franklin (Reino Unido: /ˈɹɒzəlɪnd ˈfɹæŋklɪn/; Londres, 25 de julio de 1920-Londres, 16 de abril de 1958), [1] conocida como Rosalind Franklin, fue una química y cristalógrafa británica cuyo trabajo fue fundamental para la comprensión de las estructuras moleculares del ácido desoxirribonucleico , el ...

    • Rosalind Elsie Franklin
  6. 26 de may. de 2018 · La joven científica nunca congenió bien con Maurice Wilkins, otro investigador de la molécula del ADN del mismo departamento que ya trabajaba allí cuando ella llegó como experta en ...

  7. 15 de dic. de 2022 · El liderazgo de Randall fue confuso y asumió que Wilkins abandonaría sus avances, asignándole el proyecto a Rosalind Franklin. Al poco tiempo, esta confusión levantaría una polémica disputa entre Wilkins y Franklin, quienes continuaron sus investigaciones de manera separada y evitaban compartir sus conclusiones.