Yahoo Search Búsqueda en la Web

Resultado de búsqueda

  1. 25 de jul. de 2022 · El viernes 14 de mayo de 1610 Enrique IV, 56 años, volvía al palacio luego de visitar a su amigo el ministro de finanzas Maximilien de Béthune duque de Sully -casi un todo terreno-, que...

  2. París bien vale una misa (Paris vaut bien une messe) es un tópico cultural [1] originado en una frase, probablemente apócrifa, [2] atribuida a Enrique de Borbón o de Navarra, el pretendiente hugonote (protestante) al reino de Francia, que eligió convertirse al catolicismo para poder reinar

  3. 3 de jul. de 2023 · Esta frase se atribuye a Enrique IV, que debió abjurar de su calvinismo, convertirse al catolicismo y asistir a misa en la Basílica de Saint-Denis, antes de acceder al trono de Francia. Escrito por Jose Antonio Monge.

  4. 17 de jul. de 2023 · El viernes 14 de mayo de 1610 Enrique IV, 56 años, volvía al palacio luego de visitar a su amigo el ministro de finanzas Maximilien de Béthune duque de Sully -casi un todo terreno-, que estaba enfermo. El monarca debía cuidarse porque ya había sorteado varios intentos de asesinato.

  5. Después de muchos intentos y viendo que realmente no podía acceder al trono, Enrique, poniendo por encima la política y renunciando a sus creencias, el 25 de julio de 1593, se convierte al catolicismo, pronunciando la famosa frase que nos ocupa “París bien vale una misa”.

    • parís bien vale una misa enrique iv de francia1
    • parís bien vale una misa enrique iv de francia2
    • parís bien vale una misa enrique iv de francia3
    • parís bien vale una misa enrique iv de francia4
  6. Enrique de Borbón (Pau, 13 de diciembre de 1553-París, 14 de mayo de 1610) fue rey de Navarra [2] con el nombre de Enrique III entre 1572 y 1610 y rey de Francia como Enrique IV entre 1589 y 1610, primero de la casa de Borbón en esta última monarquía.

  7. 23 de may. de 2019 · Si el presidente del Gobierno tuviera algún conocimiento de la historia europea, conocería el caso del rey de Francia Enrique IV, quien pronunció la célebre frase: <<¡París bien vale una misa!>>, cuando se dio cuenta de que la religión de la mayoría de los franceses debía respetarse.