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  1. Si Satanás es realmente un tentador inmortal, no parece tener sentido entregarle un pecador para disciplina de modo que éste se arrepienta. En este caso, Satanás representa simplemente el mundo no cristiano, que es enemigo de la fe cristiana, y en el que el pecador iría a parar al ser expulsado de la congregación.

  2. Olvida los pecados y las transgresiones que cometí en mi juventud. Acuérdate de mí según tu gran amor, porque tú, SEÑOR, eres bueno. Bueno y justo es el SEÑOR; por eso les muestra a los pecadores el camino. Él dirige en la justicia a los humildes, y les enseña su camino.

  3. Salmo 35:19-28 NBV. Reina Valera NTV NVI TLA RVC. ¡No permitas a mis enemigos gozarse sobre mi derrota! No dejes que se sonrían burlonamente los que me odian sin motivo, pues no hablan de paz ni de hacer el bien, sino de tramar contra los inocentes que no se meten con los demás. A gritos afirman haberme visto hacer el mal.

  4. La Biblia dice: Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los aires (Efesios 6:12). Cómo trabaja Satanás. El propósito de Satanás es el de destruir a la gente.

  5. Cuando oró ni siquiera levantó la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho para mostrar que estaba arrepentido, y decía: “¡Dios, ten compasión de mí porque soy un pecador!” 14 Les digo que este se fue a su casa aprobado por Dios pero el otro no, porque el que se cree mucho será humillado, pero el que se humilla recibirá honor».

  6. Nueva Versión Internacional. Perdón para el pecador. 5 Si alguno ha causado tristeza, no me la ha causado solo a mí; hasta cierto punto —y lo digo para no exagerar— se la ha causado a todos ustedes. 6 Para él es suficiente el castigo que le impuso la mayoría. 7 Más bien debieran perdonarlo y consolarlo para que no sea consumido por la ...

  7. 18 de jul. de 2016 · Tu enemigo fue derrotado (Col. 2:13-15), está siendo derrotado (Ef. 6:10-20), y será derrotado (Rom. 16:20). Sí, él “ronda como león rugiente, buscando a quien devorar” (1 Ped. 5:8), pero en la muerte de Jesús le fueron quitados sus colmillos, y al regreso de Jesús será destruido.