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  1. Ven, Rafael Alberti: Poema original. Acompañe la lectura del poema en audio. Ven, mi amor, en la tarde de Aniene 1. y siéntate conmigo a ver el viento. 2. Aunque no estés, mi solo pensamiento 3. es ver contigo el viento que va y viene. 4. Tú no te vas, porque mi amor te tiene. 5. Yo no me iré, pues junto a ti me siento 6.

  2. Ven, mi amor, en la tarde de Aniene. y siéntate conmigo a ver el viento. Aunque no estés, mi solo pensamiento. es ver contigo el viento que va y viene. Tú no te vas, porque mi amor te tiene. Yo no me iré, pues junto a ti me siento. más vida de mi sangre, más tu aliento, más luz del corazón que me sostiene. Tú no te irás, mi amor, aunque lo quieras.

  3. Rafael Alberti. Ven, mi amor, en la tarde de Aniene. y siéntate conmigo a ver el viento. Aunque no estés, mi solo pensamiento. es ver contigo el viento que va y viene. Tú no te vas, porque mi amor te tiene. Yo no me iré, pues junto a ti me siento. más vida de mi sangre, más tu aliento, más luz del corazón que me sostiene.

  4. Ven. [Poema - Texto completo.] Rafael Alberti. Ven, mi amor, en la tarde de Aniene. y siéntate conmigo a ver el viento. Aunque no estés, mi solo pensamiento. es ver contigo el viento que va y viene. Tú no te vas, porque mi amor te tiene. Yo no me iré, pues junto a ti me siento.

  5. Poemas » rafael alberti » balada de lo que el viento dijo. Balada de lo que el viento dijo. La eternidad bien pudiera. ser un río solamente, ser un caballo olvidado. y el zureo. de una paloma perdida. En cuanto el hombre se aleja. de los hombres, viene el viento.

  6. Rafael Alberti. Ven, mi amor, en la tarde de Aniene. y siéntate conmigo a ver el viento. Aunque no estés, mi solo pensamiento. es ver contigo el viento que va y viene. Tú no te vas, porque mi amor te tiene. Yo no me iré, pues junto a ti me siento. más vida de mi sangre, más tu aliento, más luz del corazón que me sostiene.

  7. Rafael Alberti. Inicio > Rafael Alberti > MADRIGAL AL BILLETE DE TRANVÍA. +. - Escuchar este Poema. Adonde el viento, impávido, subleva. torres de luz contra la sangre mía, tú, billete, flor nueva, cortada en los balcones del tranvía. Huyes, directa, rectamente liso, en tu pétalo un nombre y un encuentro. latentes, a ese centro.