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  1. En España, la Monarquía apenas convivió con el modelo revolucionario de Asamblea diseñado por la Constitución de 1812; solamente en el Trienio, y forzado por el primer pronunciamiento triunfante que obligó a Fernando a seguir la senda constitucional, al menos hasta que pudiera decidir otra cosa.

  2. En el presente trabajo se clarifican algunos de esos malentendidos, explorando el pensamiento de Rafael Gambra sobre la monarquía de acuerdo con el modelo histórico his-pánico: la legitimidad del reino, sus caracteres principales y sus bases sociales. Palabras clave: Monarquía, reino, comunidad política, modelo hispánico. Abstract.

  3. El mejor nom bre para designar a estos hombres es el etimológico: monarca. Sin embargo, a partir de la conocida tipología aristotélica, los pensado res habían aceptado al menos dos formas de gobierno unipersonal, una legítima, llamada monarquía, y otra perversa, conocida como ti ranía.

  4. REPÚBLICA Y MONARQUÍA I L O QU E DEBÍA SER LA REPÚ BLICA La humanidad no es sino un hombre colectivo, y la forma de cualquier gobierno representa una faz de la vida del hombre. N iño, necesita un padre absoluto y déspota que observe sus inclinaciones y le dé un estado. A dolescente, el hombre

  5. Crítica de la mitología política del siglo XX Por otro lado, al recorrer las vías incoadas por sus maestros, Hoppe aspira a introducir algunas rectificaciones en la benévola visión que estos tenían de la forma de gobierno democrática. Demostrará además, indirectamente, la potencia

  6. La expresión “monarquía parlamentaria” trata de sintetizar dos elementos que históricamente se han enfrentado en una lucha continua por el poder. Suele considerarse que este término alude a la culminación de un largo e intenso proceso histórico, en el que el rey1 va perdiendo poderes en favor del Parlamento. Como.

  7. RESUMEN: La formación de patrimonios señoriales, la obtención de títulos nobi-liarios y el disfrute de transferencias fiscales dependía, para la alta aristocracia castellana, de las concesiones de los reyes. Entre otros recursos, para favorecer estas concesiones, los nobles recurrieron a la formación de facciones.