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  1. 8 Acuérdate del día de reposo[ a] para santificarlo. 9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10 mas el séptimo día es reposo[ b] para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días hizo ...

  2. Éxodo 20:8–11 8 Acuérdate del día de reposo * para santificarlo. d 9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10 mas el séptimo día es reposo * para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, e tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.

  3. Éxodo 20:8-11 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni | Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960) | Descarga La Biblia App ahora.

  4. Éxodo 20:8-11 Acuérdate del día sábado para santificarlo. Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al SEÑOR tu Dios. No hagas en ese día n | Nueva Versión Internacional - Español (NVI) | Descarga La Biblia App ahora.

  5. 4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6 y h...

  6. Éxodo 20:8-11 - RVR95 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, mas el séptimo día es día de reposo para el Señor tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo.

  7. Éxodo 20:8-11. NOTAS CRÍTICAS.— Éxodo 20:8 . Ante Mí.] Es decir, “en presencia de Mí”, lo que sugiere que la presencia Divina en Israel agravaría enormemente el pecado de la idolatría; dadas las circunstancias, la adoración de ídolos sería una afrenta cometida en el rostro de Jehová.