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El Anticristo, pintura en el Monasterio de Osogovo en Macedonia del Norte. Según la obra, todos los reyes y naciones inclinándose ante el Anticristo. En la teología y escatología cristianas, el nombre «Anticristo» se refiere a una figura que cumpliría con las profecías bíblicas concernientes al antagonista de Cristo.
La respuesta que da la Biblia. El anticristo no es una sola persona, una organización en particular o una entidad, pues la Biblia dice que hay “muchos anticristos” ( 1 Juan 2:18 ). De hecho, el término “anticristo”, que proviene de una palabra griega que significa “contra (o, en lugar de) Cristo”, se refiere a cualquiera que haga ...
11 de ago. de 2020 · ¿Cómo entender lo que la Biblia dice realmente sobre el anticristo? Demos un repaso a su enseñanza al respecto. El anticristo en las cartas de Juan. Solemos pensar en el anticristo como un personaje futuro descrito en Apocalipsis. Sin embargo, el término “anticristo” solo aparece en las cartas de Juan (1 Jn 2:18, 22; 4:3; 2 ...
29 de ene. de 2024 · Orígenes del Anticristo. El término “anticristo” proviene de la palabra griega antikhristos, que significa “oponente del Mesías”. El concepto de un anticristo puede vincularse a la creencia en muchas religiones primitivas de que había fuerzas del bien y del mal, específicamente un dios o dioses y su oponente.
El significado del término anticristo es simplemente "contra Cristo". Como el apóstol Juan registra en Primera y Segunda de Juan, un anticristo niega al Padre y al Hijo (1 Juan 2:22), no reconoce a Jesús (1 Juan 4:3), y niega que Jesús vino en la carne (2 Juan 1:7).
El Anticristo es un término bíblico usado para hacer referencia a una persona o ser que se opone a Dios y quiere destronarlo. La figura del Anticristo es descrita en varias escrituras de la Biblia como el último gran adversario de Dios y de Jesucristo antes de la Segunda Venida de Cristo. Índice.
Según los escritos de Juan, hay un espíritu de anticristo, que es un espíritu de oposición a la identidad de Cristo. Específicamente, estaba escribiendo para advertir de la herejía dualista que negaba que Cristo vivió como un ser humano físico (1 Juan 4:3; 2 Juan 1:7).
