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  1. La única forma de vencerlo es con oración, con fe, con sacrificios y rechazando todo lo malo. Pero sobre todo al demonio se le vence con la humildad. Como él es tan soberbio, huye de los ...

  2. 23 de ene. de 2019 · Las Escrituras nos enseñan a no amar al mundo (bienes materiales), a no satisfacer los deseos de la carne y a luchar contra el demonio. Los enemigos del alma son esos tres: el Mundo, el Demonio y la Carne. Éstos tres son los enemigos del alma, porque nos llevan a desobedecer a Dios. 1.-. Mundo: Tener mucho dinero e idolatrarlo.

  3. Reina-Valera 1960. 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. 7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según ...

  4. El demonio, la carne y el perdón. En un pueblecito mexicano tiene lugar un enfrentamiento entre un bondadoso sacerdote y un malvado bandido que se propone dominar el pueblo. El odio a la Iglesia lleva a éste a cometer todo tipo de abusos y tropelías para conseguir que el nuevo clérigo se vaya. Sin embargo, el cura, con su inmensa paciencia ...

  5. Sinopsis. El doctor Robert Knox imparte clases de anatomía a jóvenes estudiantes en la Academia que lleva su nombre. Al concluir una de sus clases, el prestigioso Knox recibe la visita de su prima, mientras horas más tarde se cita a altas horas de la madrugada con Billy Burke y William Hare, un par de siniestros personajes del pueblo que ...

  6. La santidad no es fácil. Hay que luchar, porque estamos rodeados de tres grandes enemigos: mundo, demonio y carne. El buen éxito lo deberemos a la gracia de Dios, correspondida por nuestra buena ...

  7. Nuestros remotos antecesores comenzaron a consumir carne hace dos millones de años. En mi infancia, cuando recién aprendí a leer, Gaspar Astete, jesuita del siglo XVI, de quien los menores de cincuenta poco han oído hablar, fue el causante de mis primeras confusiones religiosas: “Los enemigos del hombre son el demonio, el mundo y la carne”, dictaminó en su célebre catecismo católico ...