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  1. Cuando el pájaro canta, se hacen versos alegres y rosados. Cuando el pájaro quiere volar abre las alas y se da contra las paredes del cráneo, se alzan los ojos al cielo, se arruga la frente y se bebe ajenjo con poca agua, fumando además, por remate, un cigarrillo de papel. He ahí el poema.

  2. «El pájaro azul», cuento de Rubén Darío, narra la historia de un poeta bohemio, Garcín, conocido entre sus amigos como «el pájaro azul». Esta denominación simboliza su naturaleza melancólica y soñadora. En París, rodeado de otros artistas, Garcín es apreciado por su ingenio y creatividad, pero también es conocido por su tristeza persistente.

  3. El pájaro azul (en inglés: The Blue Bird; en ruso: Синяя птица [Sinjaja ptitsa]) es una película estadounidense-soviética de 1976 y dirigida por George Cukor. El guion se basa en la obra de teatro homónima, de Maurice Maeterlinck.

    • El pájaro azul
  4. También en este cuento, Darío establece claramente la simbología del color azul en relación a la belleza y a lo artístico. El pájaro que representa la inspiración poética es azul. Las flores que recoge en sus paseos por el campo son campánulas azuladas o violetas. Su piedra favorita es el zafiro.

  5. Título: El pájaro azul / Rubén Darío (Escuchar audio) Autor: Darío, Rubén, 1867-1916; Publicación: Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2016; Publicación original: Valparaíso, Imprenta y Litografía Excelsior, 1888, pp. 63-70; Nota general: Voces : Taller Digital de la Universidad de Alicante

  6. www.textos.info › ruben-dario › el-pajaro-azulEl Pájaro Azul - textos

    El Pájaro Azul. París es teatro divertido y terrible. Entre los concurrentes al café Plombier, buenos y decididos muchachos —pintores, escultores, poetas— sí, ¡todos buscando el viejo laurel verde!, ninguno más querido que aquel pobre Garcín, triste casi siempre, buen bebedor de ajenjo, soñador que nunca se emborrachaba, y, como ...

  7. El pájaro azul. París es teatro divertido y terrible. Entre los concurrentes al café Plombier, buenos y decididos muchachos - pintores, escultores, poetas - sí, ¡todos buscando el viejo laurel verde! ninguno más querido que aquel pobre Garcín, triste casi siempre, buen bebedor de ajenjo, soñador que nunca se emborrachaba, y, como ...

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