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en su hijo, y prácticamente nada en su nieto Anthony. Al principio de su carrera Adam Patch se había casado con una anémica dama de treinta años de edad, Alicia Withers, que aportó al matrimonio cien mil dólares y un impecable derecho de entrada en los círculos bancarios de Nueva York. Inmediatamente, y poniendo de manifiesto una ...
Hermosos y malditos. Autor/a : Francis Scott Fitzgerald. Traductor/a : José Luis López Muñoz. Junto con su esposa Zelda, heredera de una rica familia americana, Francis Scott Fitzgerald (1896-1940) fue durante algunos años el centro de una brillante vida social e intelectual en los míticos escenarios dorados de los años veinte: París ...
Hermosos y malditos es una novela brillante, escrita de una manera maravillosa. Un ácido, duro y crítico relato de los años dorados y la decadencia de una alta sociedad americana frívola y hedonista, aburrida y un poco aletargada, que no encuentra motivaciones para revivir, un motivo por el que luchar.
Provided to YouTube by Parlophone SpainHermosos y malditos · BunburyFlamingos℗ 2002 The Copyright in this sound recording is owned by EMI Music Spain, S.A.Pr...
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Hermosos y malditos, de F. Scott Fitzgerald Publicado por Julián Pérez Porto - 28 de enero de 2010 Si en sus bibliotecas personales, además de títulos elegidos por ustedes, atesoran obras heredadas de parientes y amigos, quizás tengan en su poder «Hermosos y malditos» , un trabajo lanzado en 1922 que tiene a F. Scott Fitzgerald como autor.
Hermosos y malditos. Un retrato de los felices años veinte, de la llamada Jazz Age. Hermosos y malditos narra la historia de una pareja de recién casados, Anthony Patch, de Nueva York, y Gloria Gilbert, de Kansas City, punto de partida que escoge Francis Scott Fitzgerald para describir la decadencia de un matrimonio y de una sociedad ...
y conducido por un payaso también enharinado, cruzó por delante de ellos, tirado por un caballo blanco y por su pareja, de color negro. —¡Qué pena! —sé lamentó Gloria—, quedarían pre ciosos en el crepú sculo si los dos fuesen blancos. En este momento, y en esta ciudad, me siento extraordina riamente
