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9 de abr. de 2024 · Río de Janeiro es una de las grandes maravillas de Brasil. Si bien no es la capital, sí que abarca los p rincipales símbolos culturales del país . Desde la playa, la música, la historia, la fiesta, hasta lugares históricos como el Cristo Redentor, ¡esta ciudad lo tiene practicamente todo!
Hay un jardín de cactus, cascaditas, un lago con camalotes, orquideario, bromelias, plantas insectívoras, glorietas, caminos con palmeras, una fuente, un jardín japonés pequeño, plantas medicinales. Vimos monos. Hay que calcular unas 3 horas. Leer más.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, Habiéndose reunido en Río de Janeiro del 3 al 14 de junio de 1992, Reafirmando la Declaración de la Conferencia de ...
2. Cristo Redentor. A 709 metros sobre el nivel del mar, desde lo alto del monte Corcovado, el Cristo Redentor controla la ciudad con sus manos extendidas, convirtiéndose en uno de los lugares más emblemáticos que ver en Río de Janeiro y de todo Brasil. La estatua, de 30 metros de altura, recibe a miles de turistas diariamente que ansían ...
Río de Janeiro, la antigua capital de Brasil, cuenta con encantadoras playas, parques, morros, museos y otras atracciones, para proporcionarte unas vacaciones que nunca olvidarás. Si además puedes ir en carnaval, tu viaje será redondo. Estas son las 25 cosas para ver y hacer en la espectacular Río. 1. Pan de Azúcar El Pan de
Famosa por su colorido, animado e intenso Carnaval, Río de Janeiro es la sede también de la más grande celebración de año nuevo en Brasil. Es la segunda ciudad más grande del país donde los visitantes pueden disfrutar de magníficas playas, espectaculares paisajes, el ritmo de la samba, una increíble vida nocturna y gran variedad de fascinantes atracciones y fabulosas actividades.
Origen del Jardín Botánico de Río de Janeiro Paseo de palmeras imperiales, el símbolo del Jardín Botánico. La historia del Jardín Botánico se remonta a los inicios del siglo XIX cuando don João VI, el Príncipe-Regente de Portugal se exilió a Brasil y estableció en Río de Janeiro la sede de la monarquía.
